18 octubre 2006

Propulsión a chorro

18 de octubre 2006
Por Aldo Mariategui

1) La economía está creciendo a una velocidad alucinante: el PBI se expandió más de 9% en agosto y sin presiones inflacionarias o devaluatorias, que era lo que mataba a todos nuestros crecimientos desde 1962. Con eso, los mercados le están dando un voto de confianza a García, que asumió en julio. Y ese crecimiento no está impulsado por gasto fiscal; es sanísimo entonces. Encima, la demanda interna le ha tomado el relevo a las exportaciones como el motor del mismo, es decir, estamos independizándolo parcialmente de los vaivenes externos. Y la producción local de bienes de consumo se ha disparado 11%, lo que sí indica un fuerte “chorreo”, porque alguien está comprando eso. Esto es así porque los ingresos de los limeños han crecido 5% netos de octubre a setiembre, destacando que esta alza fue casi del 9% para el Cono Norte. Y sin inflación. Esto está despegando más rápido de lo que pensaba y podemos superar el 7% de crecimiento este año, repito que sin crisis de divisas o inflacionaria a la vista. Ojalá ese fenómeno El Niño venga débil y alcancemos cuanto antes el TLC, que ahora sí el avión está despegando y sólo eso podría abortarlo. Felizmente no hay campañas políticas cercanas complicadas que lo frenen (bienvenido que estas regionales y municipales sean tan sosas), tal como ocurrió de diciembre del 2005 a julio de este año por Humala y los “electarados” que votaron por él (ya espero que a estas alturas, visto su comportamiento y el de su bancada, se den cuenta de la imbecilidad que hicieron, a pesar de que se les advirtió en todos los tonos y se les mostró todas sus deficiencias desde todos los ángulos).
2) Si existe algo peligroso, eso es que la política ingrese a los cuarteles. No sé qué espera el ministro Wagner para sancionar de una vez a ese militar en actividad que compró planillones para el nuevo partido fascista. ¿Quién manda? ¿El o los uniformados? Ya es hora de enviar un mensaje claro allí, pues esa explicación del ministro de que él “no se mete en los ascensos para respetar la institucionalidad” (y tolerar así las “argollas” del general Reinoso, que encima asciende a militares con tufillo montesinista) es ya bastante preocupante como para añadirle que ese uniformado politiquero siga campante. ¿Está Wagner pintado en la pared o qué? Si el ministro de Defensa va a actuar así, mejor hubieran puesto a un militar entonces y no hacer el teatro de que los civiles mandamos allí. Parece que a Wagner se le escapan hasta las tortugas.
3) Un dicho gringo reza: “Si no está roto, entonces no lo arregles”. Si esta división de labores entre el JNE, Reniec y ONPE ha funcionado muy bien… ¿Entonces, para qué modificarla? Lo que debe cambiar es esa maldita costumbre nacional de retroceder lo andado y deshacer lo que está bien sólo porque lo hizo otro gobierno.

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