No sé a quién puede sorprender que el presidente ecuatoriano salga con ese rollo contra Perú. Este caballero es una especie de Fujimori, pero de izquierda. Está aprovechando la impopularidad, ceguera y estupidez de su clase política para demolerla –ya se tiró a su Congreso y a su Tribunal Constitucional mientras la inútil OEA miraba al costado. Por lo menos aquí hicieron el teatro de mandar al uruguayo Gross Spiel en 1992– y tiene que refugiarse en –Basadre dixit– el “partido político más antiguo”: el Ejército. Y ¿qué mejor manera de adularlos y hacerlos sentirse necesarios que meterse con Perú, el cuco de siempre? Ahora seguramente les dejará comprar juguetitos letales y que se “forren” con las coimas de los traficantes de armas, tal como la Concertación lo hizo en Chile desde finales de los 90 para que la nueva generación de generales jóvenes no reclamen por Pinochet y tal como Chávez lo hace ahora para tener a sus uniformados contentos. Plata y juguetes para los chicos. ¡Ya hemos visto esta película tantas veces! Correa no tiene más base política que una popularidad populista que puede ser efímera y endeble, así que necesita la columna vertebral militar para apoyarse, tal como Fujimori.
Prepárense para más bravatas de este tipo, que el mozo es ambicioso y soberbio. Se cree un predestinado y no es más que un carismático resentido social afortunado.
–¡Vaya, vaya! Los franceses me sorprendieron y no eligieron a Sègoléne, en esta elección donde –guardando distancias y tiempos– Susana Villarán fue derrotada por Luis Bedoya Reyes. Es que ella estuvo muy mal en el debate (lo vi zapeando mientras observaba una semifinal de la Liga de Campeones europea). Casi una histérica freudiana en su agresividad. Como bien dijo un irónico periodista italiano, parecía la esposa malhumorada acosando a un paciente marido durante la cena. Ojalá que este Sarkozy –tengo mis dudas– sea un Thatcher y voltee a ese país.
–Le acabo de preguntar –sólo por hacer una inquisición inusual a las que se suelen hacer en estos eventos (¿Cuánto espera crecer el 2007? ¿El gas es el futuro? ¿Van a comprar Electroandes? ¿Por qué no fueron más agresivos con Calidda?)– al CEO de Suez si estaría dispuesto a ir a un joint venture con Egasa y para gran sorpresa mía me respondió como que no lo descartaría si se lo plantean. Tras el irracional “Arequipazo” pensé que ya tendrían a la Ciudad Blanca enterrada a pesar de la sinergia que Egasa les supondría. Si el presidente regional Guillén tuviera dos neuronas –cosa que a veces dudo– pues debería montar ya un esquema en donde esta empresa le transfiriese la gestión y el know-how –no la titularidad completa para que no lo cuestionen políticamente– a fin de repotenciar la vetusta Egasa y asegurarle a su ciudad una eficiente y creciente provisión de electricidad, que no sólo cubra el crecimiento demográfico sino también garantice su expansión económica: sin energía no hay futuro. Y el capital que se lo pongan las AFP. ¡Tiene la sartén por el mango! Pero Guillén y los mistianos están congelados en los 80…
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