La vida es surrealista. Celebré aquí en Bangkok la estupenda noticia del TLC con el embajador peruano y su señora, excelentes, lindas personas. Lo curioso es que es el sobrino carnal del dictador Velasco, tan “querido” por mí. O sea, brindé con un pariente directo del padre de la “Revolución Peruana” por un acuerdo con EEUU que va a ser suscrito por Alan García y el APRA. Lisérgico ¿verdad?
Maestra vida, las sorpresas que nos das... Un poco que, salvando muchas distancias, con esta magnífica noticia del TLC sentí lo que mi amigo español mostró en Lima cuando invitó mucha gente a su casa para celebrar en grande la entrada de su país en la Comunidad Europea en 1986 (¡Ya somos europeos!, gritaba), esa sensación de que ahora sí por fin nos vamos hacia arriba sin parar. Sí que falta mucho para el desarrollo, pero este es un gran, gran paso. Ahora hay que aprovechar totalmente este inminente TLC con EEUU y no seguir usando una porción mínima de partidas.
El empresariado peruano debe ser muy agresivo. Ya logramos que el chico entre a Harvard, ahora le toca a éste aprovecharlo al máximo. Nuestro empresariado, como el chico del símil, debe demostrar ahora que no es vago, vicioso o bruto. -Esta gira por plantas de energía y de petroquímicos ha sido muy interesante. Después de ver las gigantescas instalaciones para tratar el LNG en Zeebruge (Bélgica) y Mataphut (Tailandia), uno alucina lo que va a significar la exportación de gas por Melchorita (a ver si Hunt y Carlos del Solar consiguen el dinero de una vez, que ya la están haciendo muy larga). Y ojalá que Petrobras se decida finalmente a replicar en Ilo la planta petroquímica de BASF-Suez de Amberes. Era impresionante la gama de productos plásticos que se obtienen allí para exportar como valor agregado. Los dos megaproyectos –que generarían una gran cantidad de divisas– estarían listos en el 2010, así que el afortunado de Alan García los inauguraría.
-Nuestro país pasaría a ser un exportador neto de energía en pocos años con Melchorita, la ahora factible explotación comercial de los pozos de petróleo pesado en la selva, la casi segura posibilidad de que haya más gas en los lotes adyacentes a Camisea y la generación masiva de etanol en los ingenios azucareros (Grupo Gloria y Maple). Eso nos va a asegurar el autoabastecimiento energético (liberándonos de los vaivenes del barril de petróleo) y una balanza comercial muy en azul –más aún si se concreta la media docena de megaproyectos mineros pendientes a pesar de las ONG– por más de una década. Tener un alto flujo continuo de dólares impide que el crecimiento se recese por el lado de una devaluación, además de ayudar a controlar la inflación interna vía importaciones. Eso –más el TLC– pinta un estupendo panorama, a pesar de que le tengo miedo a los años que terminan en 8, que suelen ser casi siempre muy malos para la economía peruana. -Ojo que es una locura del Ejecutivo permitir que las regiones puedan comenzar a pagar los sueldos de sus maestros con el canon percibido. Ese dinero debe ir a infraestructura y no a gasto corriente. Gran barbaridad lo aprobado. Y Alan baja un poquito en las encuestas y casi se tiran abajo al SNIP. Cuidado, cuidado. Sereno moreno.
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