23 octubre 2006

La letal gripe caviar

Columna de Diario Correo
Lunes 23 de octubre de 2006
Por Aldo Mariátegui


1)Siguen las metidas de pata estrepitosas en algunos nombramientos. Como si no fuera suficiente el caso Tello, que pongan a un caviar como secretario general de Defensa (una verdadera provocación –gratuita e innecesaria– a los uniformados) o que permitan que una entidad estratégica como la APCI sea indirectamente manejada por el sumo sacerdote de esta secta moderna, ahora colocan a la ultracaviar Sofía Macher como la encargada de repartir las reparaciones. Ya se imaginan cómo se va a manejar eso... ¿Estaba con sus tragos el Premier cuando firmó esto? No encuentro otra explicación.
2) Observo bancos nuevos y me vienen recuerdos. Por cosas de la vida, trabajé en los 90 en la reestructuración de uno, ya extinto, dentro de un equipo que aplicaría las recomendaciones de una prestigiosa consultora internacional.
Estábamos en “tormenta de ideas” con la alta gerencia y se pidió una sugerencia sencilla, barata, efectiva y rápida. Me mandé: “ Como muchos, odio ir al banco para hacer largas colas (aún internet no despegaba ni existía el sistema de tickets y había muy pocos cajeros automáticos). Sé que ya se está estudiando poner asientos, que invitar café o refrescos sale muy caro, pero... ¿por qué no ponemos tv? Emitimos publicidad y campañas de imagen intercaladas con cosas entretenidas, como los mejores goles recientes, cosas de animales tipo Discovery, desfiles de modas, cosas cómicas como El gordo y el flaco... En lugar de tener gente aburrida, aprovechemos su atención. Sale barato. Cuestión de comprar 50 televisores y algo de producción”.
Si hubiera dicho que era zoofílico, seguramente me hubieran mirado mejor. Tras un embarazoso silencio, me dijeron: “Prepárate un memito”. Aquel documento, como el 90% de lo que se proponía diariamente, se pudrió en una bandeja. A los pocos meses, el banco líder puso televisores en todas sus agencias. Casi inmediatamente lo imitaron todos. Mi ex empleador fue el último (ya a esas alturas casi todos los del frustrado equipo nos habíamos ido).
En el ínterin trajimos un francesito para ver el tema de la imagen. Vi caras largas en su exposición cuando dijo que el banco le parecía una monarquía decadente, como la inglesa, y que debería combinar tradición con modernidad, como la Casa Real holandesa.
Al día siguiente nos comentó que iba a proponer a la Gerencia sacar una letra del logo, pues estaba muy congestionado y representaba una razón social de los años 50. Lo botaron esa misma mañana.
A los pocos días nos llamó quien atendía en Nueva York: “Muchachos, sólo les pido que cambien esa memoria anual horrible, que parece un menú barato en blanco y negro con esa letra chiquitita. Da vergüenza mostrarla aquí”. Inmediatamente contactamos a varios creativos e hicimos unas memorias muy bonitas. Las presentamos a Gerencia. Las rechazaron. Hoy veo algunos cambios de carteles y me acuerdo con nostalgia de estas pequeñas pero significativas historias. Como los dinosaurios.

No hay comentarios.: