Mariátegui para Patria Roja

Aldo nació en un país equivocado. Su sueño para muchos es el haber nacido en Chile. La nación del sureña que tanto admira, pero a su pesar es peruano y combatiría contra Chile por convicción. He querido partir este blog no con una de sus columnas sino que con una que salió publicada en el sitio de Patria Roja el 26 de abril de 2005 .

ALDO MARIÁTEGUI O EL TEMOR DE LA DERECHA

Por: Santiago Mayta

Hay personajes de la derecha con los cuales se puede debatir, pues exponen ideas y argumentos. No es el caso de Aldo Mariátegui, a quien su incapacidad lo ha llevado a practicar un periodismo atorrante desde el diario Correo, convencido que de ese modo logrará incrementar sus ventas que han descendido en picada desde que él asumió su conducción.
Ni siquiera valdría la pena ocuparse de lo que escribe este sujeto, si no fuera que su odio visceral a Patria Roja lo lleva a presentarnos como una organización violentista y a clamar abiertamente que se desate la represión contra nosotros. Ya en ocasiones anteriores usaron este mismo método los servicios de inteligencia del fujimorismo, y, durante este régimen, Rospigliosi y Miyashiro, que asimismo usaron como cajas de resonancia a algunos medios de comunicación; Aldo Mariátegui ha llevado este método a su expresión más grosera y chabacana.
Miente, miente, que algo queda, es una vieja táctica usada por el fascista Goebbels y que parece haberse convertido en el código de ética de este aprendiz de periodista. En lugar de referirse a nuestras propuestas y planteamientos y debatir con altura (cosa que su incapacidad se lo impide) ha optado por vomitar una parrafada de inmundicias contra nuestro Partido, que solamente pueden ser producto de la imbecilidad o del delirio de una mente atrapada por las drogas.
Pero detrás del maloliente periodismo que practica el esforzado Aldo, está el temor que sienten los sectores reaccionarios frente a los avances unitarios que vienen logrando las fuerzas de izquierda, progresistas, democráticas y patrióticas del país y que con la conformación del Frente Amplio han tenido un logro importante.
Este hecho, de suma importancia en la vida política del país, está siendo sistemáticamente silenciado en los medios de comunicación masiva. Pero no solo eso. Existe toda una campaña para debilitarlo, socavarlo y dividirlo. El pasquín de Aldo va también en ese sentido.
En el escenario político actual se está llevando a cabo un proceso de desplazamiento y realineamiento de fuerzas, catalizado por la agenda electoral del 2006. Hasta hoy no existen frentes políticos estables, pues las diversas organizaciones y personalidades irán ubicándose o reubicándose, de acuerdo a sus propios intereses y posibilidades. Los partidos de la derecha, fujimoristas incluídos, aún tienen dificultades para conformar un frente unitario, mientras que el centro será un espacio disputado por el Apra, que aun no logra cuajar su Frente social y Acción Popular con el proyecto de Frente Republicano. Por el lado de la izquierda, el Frente Amplio debe cumplir el papel de integrar y representar a las diversas fuerzas populares.
Frente Amplio para una nueva República. Este es el lema que sintetiza los propósitos de esta organización, los mismos que están desarrollados en sus documentos fundamentales: las bases políticas, bases orgánicas y lineamientos programáticos. En torno a ellos se están realizando esfuerzos para incorporar a las diversas organizaciones y personalidades representativas del país que abracen el gran objetivo de refundar la república, es decir rediseñar el sistema político sobre bases realmente democráticas, reorientar la economía, defender la soberanía nacional, proteger el medio ambiente y los recursos, todo lo cual implica contar con una nueva Constitución que le de el ordenamiento jurídico correspondiente y un Proyecto Nacional que encamine al país hacia el desarrollo independiente.
Estas son las propuestas de renovación y cambio verdadero que propone la izquierda, mientras que la derecha nada nuevo puede ofrecer al país. Solo más de lo mismo, más entreguismo, mayor subordinación al capital extranjero, mayor exclusión social, permanencia de un sistema político centralista, corrupto y anquilosado. Los mamotretos de Aldo Mariátegui no expresan sino la ramplonería de una derecha carente de ideas.