Espero que este fin de semana haya sido de mucha reflexión en el BCR y en el MEF, particularmente en el primero, dado que todos esperamos que esta vez reaccionen rápida y correctamente a una posible crisis financiera mundial, que podría darse si es que los mercados bursátiles mundiales, tan afectados días atrás por la extensión de la morosidad de las “hipotecas-basuras”, no reaccionan positivamente a las altísimas e inusuales intervenciones de la FED yanqui y el Banco Central Europeo para inyectar liquidez.
Espero que con Julio Velarde no se repita 1998, cuando el BCR se entercó en no soltar dólares rápido al mercado en cuanto Yeltsin declaró morosa a Rusia y provocó que los flujos al Tercer Mundo comiencen a retornar en estampida al Primer Mundo. Aquí el 10% de la liquidez local en dólares salió afuera en un mes, lo que hizo que las tasas y el cambio se disparen, quebrando o mandando a todo el mundo al Indecopi. De 25 bancos pasamos a 14, y si se iba el Wiese, pues reventaban ya todos, como en Ecuador (por eso fue menester para el Estado salvarlo, cosa que muchos idiotas jamás entendieron o lo usaron de argumento para patrocinar salvatajes en áreas donde éstos no se ameritan).
Tener reservas es como tener un salvavidas; no hay nada más absurdo que no usarlo en un naufragio para evitar ahogarte. Pues bien, el BCR soltó entonces poco dinero y a cuentagotas, por lo cual lo que rompió la cadena de pagos y lo que debió ser una recesión terminó siendo una virtual depresión, que duró larguísimos cuatro años (las recesiones mueren solas en unos dos años). ¡Igualito al error de la FED en 1929!
Para empeorarla, el entonces ministro de Economía Jorge Baca era sonso y pésimo comunicador. Y el siguiente jefe de gabinete de su sucesor Joy Way les dice en una reunión privada a los banqueros que “no temía un dólar que suba”, incitando a la devaluación. Lo único bueno fue que nuestros “fundamentals” fueron sólidos para aguantar la borrasca (salvo nosotros, Colombia y Chile, el resto se fue a la porra).
Felizmente, la situación ahora pinta muchísimo mejor. El mundo está con mejores cifras, la morosidad bancaria mundial anda baja y los bancos centrales tienen amplio margen para bajar tasas. Lo mismo pasa aquí, Carranza es más “mosca” que Baca y Velarde sabe bien que le puede meter mil millones al mercado y bajar tasas al toque sin pestañear. Y nuestra bolsa vive ahora del fondeo local (las AFP), así que no tendría por qué sufrir mucho.
Al final del viernes los mercados mundiales no demandaron más liquidez, y creo y espero que esto no pasará de un buen susto a la larga, a pesar de todo el miedo que le tengo a los años que acaban en 8, siempre muy malos para la economía peruana. Aunque sí creo que la fiesta ya no va a estar tan animada.
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