Confieso que no soy hincha de Sarkozy. Me pareció ridículo que haya impedido la compra de Danone por Pepsi cuando fue ministro, no lo creo un liberal completo (¿existirá alguno en Francia?), me parece pésima su postura en contra de que Turquía ingrese a la Unión Europea o frente a la inmigración, y no me gusta su ambivalencia frente al euro. Pero algo tiene de Margaret Thatcher, ese portento que rescató a Inglaterra de la decadencia.
Transcribo a continuación su discurso de asunción de mando, donde le da con palo a los “caviares”, los rojos, los oenegeístas y a los “progres”, aquellos que quieren imponernos la dictadura de lo políticamente correcto: “Hemos derrotado la frivolidad y la hipocresía de los intelectuales progresistas. El pensamiento único es el del que lo sabe todo y que condena la política mientras la practica. No vamos a permitir mercantilizar el mundo, en el que no quede lugar para la cultura: desde 1968 no se podía hablar de moral. Nos habían impuesto el relativismo. La idea de que todo es igual: lo verdadero y lo falso, lo bello y lo feo, que el alumno vale tanto como el maestro, que no hay que poner notas para no traumatizar a los malos estudiantes.
Nos hicieron creer que la víctima cuenta menos que el delincuente. Que la autoridad estaba muerta. Que las buenas maneras habían terminado. Que no había nada sagrado, nada admirable. Era el eslogan de mayo del 68 en las paredes de la Sorbona: ‘Vivir sin obligaciones y gozar sin trabas’. Quisieron terminar con la escuela de la excelencia y del civismo. Asesinaron los escrúpulos y la ética. Una izquierda hipócrita que permitía indemnizaciones millonarias a los grandes directivos y el triunfo del depredador sobre el emprendedor. Esa izquierda está en la política, en los medios de comunicación, en la economía. Le ha tomado el gusto al poder.
La crisis de la cultura del trabajo es una crisis moral. Voy a rehabilitar el trabajo. Dejaron sin poder a las fuerzas del orden y crearon una frase: ‘Se ha abierto una fosa entre la Policía y la juventud’.
Los vándalos son los buenos y la Policía es la mala. Como si la sociedad fuera siempre la culpable y el delincuente el inocente... Defienden los servicios públicos, pero jamás usan un transporte colectivo. Aman tanto la escuela pública, pero sus hijos estudian en colegios privados.
Dicen adorar la periferia y jamás viven en ella. Firman peticiones cuando se expulsa a algún ‘okupa’ (invasor), pero no aceptan que se instalen en sus casas.
Esa izquierda que desde mayo del 68 ha renunciado al mérito y al esfuerzo. Que atiza el odio a la familia, a la sociedad y a la república. Esto no puede ser perpetuado en un país como Francia y por eso estoy aquí.
No podemos inventar impuestos para estimular al que cobra del Estado sin trabajar.
¡Quiero crear una ciudadanía de Deberes! ¡Primero los Deberes, luego los Derechos!”.
1 comentario:
Sarkozy pronunció este discurso el dia de las elecciones cuando conoció su triunfo. Se notara claramente la hipocresia y doble discurso de Sarkozy si leen el discurso original de su asunción de mando en el cual reconoce mucho a diferentes socialistas. Dudo que este periodista transcriba el discurso original de la asunción de mando de Sarkozy porque alli se podría comprobar lo que manifiestó. Por supuesto que no hay liberales completos en Francia, los liberales solo deben existir en paises como este.
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