Un personaje que va a ser clave y que va a estar muy atareado este trimestre es David Lemor, actual titular de ProInversión y procónsul peruano en las negociaciones del TLC con EEUU. Lo primero en cuanto a que va a tener que acelerar cuanto antes la construcción de la autopista Lima-Ica (donde la ministra Verónica Zavala debe colaborar decisivamente ejecutando las atracadas expropiaciones), así como la concesión –ya no en paquete, sino individual– del puerto y el aeropuerto de Pisco (esperamos que la FAP ya haya dejado de obstaculizar este proceso).
La respuesta a la adversidad es reconstruir un Pisco aún mejor que el anterior al cataclismo, y para eso es vital que esas tres vías de comunicación alcancen estándares del Primer Mundo. Pisco necesita la mejor conectividad no sólo para levantarse sino para ser grande y así descentralizar algo la estructura productiva peruana. Y eso está ahora en manos exclusivamente de Lemor. De otro lado, tal parece que los demócratas comenzarían a debatir el TLC con Perú tras el receso de agosto. Eso significa que podríamos tenerlo oleado y sacramentado en octubre. Para eso se necesita no bajar la guardia y multiplicar esfuerzos, pues la orilla se ve muy cerca y los gringos cada vez nos van a hacer menos caso conforme avance allá la campaña presidencial. Hay que recordar que las primarias de ambos partidos yanquis se han adelantado y concentrado para enero y febrero, por lo que en marzo, algo inusual a ocho meses de los comicios, ya se sabrá quiénes competirán por la Casa Blanca. Todo esto significa que Lemor va a tener que acercarse al don divino de la ubicuidad para estar en la primera línea de ambos temas.
Los trabajos de Hércules en tan sólo tres meses… ¡Que Lemor se tome un buen pisquito para inspirarse!
–Las grietas en el Congreso y el Ministerio de Trabajo tientan una mudanza ordenada de los principales organismos gubernamentales a un lugar alejado del casco urbano. Así como Inglaterra tiene su sector público concentrado en la calle de Whitehall y Madrid parcialmente en el complejo denominado “Nuevos Ministerios” (Paseo de La Castellana), tal vez sería deseable trasladar las sedes de todos los ministerios, PJ, TC, “Osis”, Indecopi, OPDs, BN, empresas públicas, DP, BCR, Reniec, JNE, ONPE, Conasev, SBS, etc… a un sitio como las pampas extensas que el Ejército tiene en Ancón, con edificaciones bien pensadas. Esto se podría financiar en parte con la venta de los locales que estas instituciones poseen ahora en Lima. Este cambio ahorraría costos de traslados a los funcionarios, descongestionaría el tráfico capitalino, descentralizaría el Cercado de Lima, bajaría la contaminación en el casco urbano, trasladaría las pesadas marchas allá, desarrollaría aún más a la pujante Lima Norte y hasta levantaría los alicaídos balnerios de Ancón y Santa Rosa (sus vacíos y lujosos edificios y casas se volverían dormitorios de burócratas).
Claro que habría que hacer cambios drásticos en la Panamericana Norte para que el acceso allá sea rápido… Bueno, soñar no cuesta nada.
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