El siguiente e-mail enviado por un estudiante de la UNI me ha parecido tan lúcido que –editado parcialmente por espacio– lo pongo a su consideración. Ojalá todos los universitarios de los claustros públicos tuvieran esta mentalidad exigente, sobre todo en La Cantuta y San Marcos, donde muchos siguen lobotomizados con el marxismo:
“Sr. Mariátegui: Soy un estudiante de la UNI y también un asiduo lector de Correo. Quiero dar una opinión sobre la homologación y la UNI. Hubo un aumento de homologación de más de mil soles para docentes principales, S/.500 para asociados y S/.300 para auxiliares. ¿Por qué tanto incremento a los principales si la carga y labor docente es la misma? Se sigue privilegiando la antigüedad y no la eficiencia. Se pensaba que los docentes iban a mejorar su desempeño, pero sigue la misma situación o peor. Luego de los aumentos en la UNI: año 2004, ninguna patente industrial. Año 2005, ninguna patente industrial. Año 2006, ninguna patente industrial. Año 2007, ninguna patente industrial… ¿Han servido de algo los incrementos en la UNI? Parece que no. Lo que se está viendo ahora es que los profesores principales antiguos no quieren jubilarse para seguir gozando de los aumentos. Como consecuencia, siguen enseñando teorías de hace más de 30 ó 40 años. ¿Perjudicados? Los alumnos. ¿Para eso pedían homologación? Los jóvenes docentes auxiliares contratados que tienen doctorados y publicaciones ya no pueden ascender porque no hay vacantes, que las van a seguir ocupando los docentes antiguos, que no quieren abrir ascensos ni nombramientos para no jubilarse. Un ejemplo de cómo la homologación en la UNI no está rindiendo beneficios se vio en la Facultad de Ingeniería Química, donde algunos docentes principales programados para vigilar exámenes sustitutorios no se presentaron, perjudicando a los alumnos. Como estos docentes son nombrados, con estabilidad absoluta –y además homologados–, simplemente no les importó nada. Todo esto es una consecuencia del desgobierno en la UNI, donde existen siete decanos interinos por más de dos años sólo porque apoyan al rector. Antes de darle los aumentos de homologación a ciegas, ¿por qué el gobierno no hizo evaluar a la UNI, si esta situación ya dura varios años, desde la reelección del actual rector? Y ojo que en la UNI hay también grandes “chiquitas” o bonificaciones extraordinarias fuera de planilla para todas las autoridades administrativas, que también son docentes. ¿Algún día entrará la Contraloría a investigar? Mientras, no se ven mejoras en la calidad académica. Docentes sin doctorados, con las justas con licenciatura o maestría. Sin patentes. Sin publicaciones internacionales. Sin ambición de investigar… Su único afán es trabajar poco, llenarse los bolsillos, enseñar en dos o tres universidades, dictar las mismas clases de 20 ó 30 años atrás y pelearse por los cargos administrativos para recibir su “chiquita”. Y por ahí va la UNI. Ya el año pasado ocupó el noveno puesto en las universidades del Perú. ¿Este año dónde estaremos? Concuerdo en que un trabajador debe ganar bien, pero también debe justificar su salario. Gracias por su atención”.
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