15 enero 2008

Hacia el SOAT médico (08/01)

–Aquellos críticos locales del TLC que ponen a ciertas desventuras de un sector de la agricultura mexicana como ejemplo de que nos va a ir mal “olvidan” que gran parte del agro azteca tiene un serio problema estructural: el “ejido”, una allá extendida figura comunal de tenencia de la tierra que es patéticamente improductiva. –Una pena que no se haya podido evitar esta huelga médica, porque al final –y por más que se respeten los servicios de emergencias– los pobres pacientes son los paganinis. Cierto es también que los médicos que laboran en el sector público deberían ganar mucho más. Es que todo pasa en gran medida por reformas para ahorrar costos en áreas burocráticas y usar lo ahorrado tanto en mejorar remuneraciones como en comprar equipos y material. Ojalá esto se resuelva pronto, para bien de médicos y pacientes. Pero si de algo me he convencido recientemente –tras muchas cavilaciones– es de la necesidad de ir al SOAT médico. La gota que colmó mi vaso fue este reciente caso de aquel pobre señor –que reseñamos– al que le reventaron un tímpano y lo mandaron medio sordo a su casa sin darle ni disculpas. Los pacientes debemos estar protegidos contra las malas prácticas de los galenos, porque ir a litigar al PJ para reclamar es un proceso demasiado largo, amén de que es rarísimo que el Colegio Médico sancione drásticamente a uno de sus miembros, pues es bien sabido que los doctores en todo el planeta suelen ser campeones mundiales en “taparse” entre ellos sus errores e incluso llegan a disculpar lo imperdonable en público (en privado sí te admiten las cosas), un lamentable rezago corporativista medieval y poco digno de una ciencia, mala costumbre situada totalmente al otro extremo de los periodistas, que solemos ser más bien cainitas (miren nomás qué pocos medios y colegas se solidarizaron con esta Casa Editora cuando nos interpusieron un absurdo hábeas corpus para callarnos, algo que también les puede pasar a ellos). Pero el peor esquema para que ese SOAT médico funcione ha sido el presentado –¡cuándo no!– por el genial congresista Yonhy Lescano. Primero, es un disparate que los contribuyentes seamos aquellos que paguemos las malas prácticas de algún profesional y que no sea éste quien asuma su responsabilidad. Con ese criterio, por ejemplo, el mecánico te arregla mal tu auto y tú le reclamas y cobras al… ¡Estado! Además, la gente siempre se esmera más en su trabajo cuando sabe que un error le va a costar de su bolsillo. Pero la tontera sigue cuando propugna que sean los mismos médicos quienes administren este fondo estatal de reparaciones. ¡El gato de despensero! O sea, el SOAT Automovilístico con Lescano hubiera consistido en que el Estado pague el choque de los choferes culpables y que encima éstos sean quienes administren dicho fondo... ¡Ay, ay, ay, ayayay con este Yonhy! Puede ser comprensible dentro de su óptica populista que le tenga inquina al sistema capitalista y que le parezca mal que las aseguradoras gestionen este SOAT, pero que no plantee semejante brulote como alternativa.

No hay comentarios.: