En el Perú uno puede leer cualquier cosa... El otro día Rafael Roncagliolo (uno de los más furibundos seguidores de la dictadura velasquista que después pasó por una larga operación de reconversión para presentarse como “caviar” ultrademócrata) escribió, con orgullo, que había escondido al líder montonero Roberto Perdía (número dos tras Mario Firmenich) en Barranco, dentro de un artículo destinado a atacar a Morales Bermúdez (lógico, porque éste derrocó a su amado Velasco).
Oigan, Perdía era un delincuente terrorista, tipo Polay. No sé qué orgullo te puede dar esconder a gentuza. Es más, Roncagliolo los considera unos angelitos que no amenazaban nuestra seguridad nacional...
Vamos a contar la historia de los Montoneros, una violenta banda mafiosa-terrorista que se sublevó contra la democracia argentina y le dio la excusa a los militares argentinos para derrocar a Isabel Perón e instaurar la más sanguinaria y demente (¡le hicieron la guerra a Inglaterra!) dictadura militar latinoamericana, como el MIR de Andrés Pascal Allende, ese violento rojo imbécil que tanto ayudó a parir a Pinochet (junto a la invalorable ayuda del loquito socialista Carlos Altamirano).
El término “Montoneros” proviene de las pobladas que levantaban los caudillos durante las largas guerras civiles gauchas postindependencia. Su origen se dio en una curiosa organización fascistona, ultracatólica, antisemita y violenta llamada “Tacuará “, tal como se llamaban las cañas de las lanzas de los indígenas argentinos. La mayoría de sus adeptos era “niños bien” (como nuestros “caviares”, sus contemporáneos).
Influencias posteriores fueron la Revolución Cubana, una revista de curas rojos llamada Cristianismo y Revolución y la prédica del nefasto cura marxista Carlos Múgica. Constituyeron el ala izquierda peronista, a los que Perón alentó inicialmente (“juventud maravillosa”) desde su exilio madrileño. Se dieron a conocer con el secuestro y asesinato del ex presidente Pedro Eugenio Aramburu (“Operación Pindapoy”, mayo 1970), el militar que derrocó a Perón en 1953 y fusiló a varios de sus militares adictos (como JJ Valle) y seguidores (masacre del basurero de León Suárez).
Antes un grupo embrionario montonero (1969) había asesinado al dirigente metalúrgico peronista Vandor por anticomunista. Su lema era “Venceremos” y se creían la vanguardia revolucionaria para llegar al socialismo (también se autodenominaban “La Tendencia”). “El peronismo revolucionario se propone tomar el poder para que lo ejerza plenamente la clase trabajadora, con el objetivo de crear un Estado Socialista y Peronista. El único medio para construir la Patria Socialista es el compromiso armado y la militancia revolucionaria en diferentes roles”, proclamaban.
Posteriormente, siguieron otras acciones violentas como el asesinato del líder sindical peronista y anticomunista Rucci (“Operación Traviata” en 1973), hecha solamente para amedrentar al ya presidente Perón (la idea era “tirarle un muerto a Perón”, señalaron estos mafiosos) y al ex canciller Mor Roig, amén de ejecutivos de Ford, Chrysler y GM. Fueron protagonistas de la balacera que se desató contra el ala derecha peronista en el aeropuerto de Ezeiza, donde habían acudido dos millones de personas cuando Perón regresó en 1973 tras la elección de su incondicional Cámpora, al que sucedería ese año. Perón se asustó de su radicalismo y los expulsó del partido durante el mitin del primero mayo de 1974 (“fuera estúpidos imberbes”).
Tras la muerte de Perón, su viuda y sucesora “Isabelita” permitió que su mano derecha López Rega cree la “Triple A” para combatirlos (el cura Múgica fue una de sus víctimas). Los “monchos” se financiaban por secuestros, siendo los más sonados lo de un directivo de Exxon (pagaron US$14 millones) y el de los magnates cerealeros mellizos Born en setiembre de 1974 (le sacaron US$60 millones o US$250 millones de ahora). Parte de ese dinero lo enviaron a Cuba por valija diplomática (Castro los “cabeceó” con parte de éste) y parte se lo dieron a un banquero llamado David Graiver para que se los invierta y “blanquee”. Graiver también los “cabeceó” y “murió” (se supone) en un raro accidente de aviación en setiembre de 1976. Durante la dictadura hundieron un buque de la armada argentina y colocaron una bomba en la misma cafetería de la policia bonaerense entre otros actos espectaculares. Muy debilitados, intentaron una contraofensiva suicida en 1979. De allí prácticamente desaparecieron para reaparecer como “burócratas presupuestívoros” bajo Menem y Kirchner.
Nada es blanco y negro en montoneros. Se acusa a la cúpula de haber usado el dinero de los secuestros para vivir como reyes. Otros afirman que Firmenich era agente doble y que se reunió en París nada menos que con el almirante Massera, integrante de la Junta Militar y mafioso miembro de la misteriosa logia P-2 de Lucio Gelli. La diplomática argentina Elena Holmberg los vio juntos y eso determinó su asesinato (Le Monde también denunció estas raras reuniones).
Además, se sospecha que Firmenich vendió a todos los “perejiles” (cuadros menores) que regresaron para la loca “ofensiva final”, También la “Orga” montonera usaba un “santuario” (calle Libertad 244) del servicio de inteligencia de los militares (SIDE y Unidad 601) para conferencias de prensa. Hebe de Bonafini, la demagoga “madre de Mayo” declaró una vez: ”Firmenich es un traidor, un cadáver, es peor que Videla, un ser despreciable en todo sentido. Todo el mundo sabe que él estaba de parte de los militares”. La estación CIA de BBAA opinaba lo mismo. El reportero gringo Martin Andersen lo tilda como “un flautista de Hamelin contemporáneo que condujo a la muerte a una generación”.
Los líderes Firmenich, Vaca Narvaja, Gorriarán y Perdía fueron encarcelados por Alfonsín (Abal Medina, Ramus, Sabino Navarro, Norma Arrostito, Maguid, etc. habían sido eliminados por los uniformados) pero liberados por Menem (que llenó de ex montoneros al Estado) junto a los militares. Como los Kirchner estuvieron muy cerca a ellos (su gobierno también están plagado de “monchos”), apresaron de nuevo a los militares, pero no tocaron a estos ex terroristas, sus parteros.
Ahora todos viven tranquilitos tras el daño que hicieron. Así es la vida.Esos son los héroes de Roncagliolo
4 comentarios:
Es de antologia esta columna posteada
es pura mierda esto. Lean historia, Mujica fue uno de los pocos curas que hizo algo por su pueblo, iba a las villas a dar de comer mientras los militares planeaban destruir la economía como buenos cipayos que fueron.
Soy argentino, conozco el tema y salvo algunas imprecisiones ;el verdadero ideólogo de las tres A (AAA) fue el propio Perón...insinuó su creación ejecutada por López Rega desde el Estado posteriormente. No se equivoca Mariátegui, fue así nomás, en líneas generales.
Gracias alditus siempre sigo tu columna en el correo, pero recién me entero de tu blog.
Tus opiniones y comentarios ayudan mucho aunque no lo creas.
Esperamos que pronto estés con programa propio en la tv.
Te lo mereces .
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