-No sé si ya podemos decir que la economía peruana está sufriendo de una “enfermedad holandesa” (fenómeno por el cual uno o varios productos de exportación boyantes disparan el tipo de cambio y terminan afectando al resto de actividades productivas), pero evidentemente estamos afrontando una revaluación acelerada que puede traer consecuencias, especialmente para los exportadores. Pero preocupa que se propugnen disparates (controles, cambio fijo o cambios múltiples) o remedios inocuos (pago en dólares de tributos) en lugar de pensar en alternativas con las que se pueda discutir seriamente con el MEF y con un ministro competente, pero muy lentito y muy obsesionado por conseguir el Investment Grade (dada la delicada coyuntura regional, para “quemar” dólares afuera deberíamos estar pensando en “overhaulear” nuestro vetusto parque militar franco-ruso en lugar de prepagar Bradys…). Pero para sentarse a negociar con Carranza, los exportadores tienen que reconocer que este encarecimiento del dólar es planetario y es inevitable. Y que también está trayendo beneficios para ellos:
1) Nos permite “reexportar” inflación importada por shocks externos. Y una inflación local más baja los vuelve a ellos también competitivos frente a países con inflaciones más altas (amén que trae paz interna. A más inflación, más paros en puertos y carreteras y no sacarán sus productos). Es más, una ligera revaluación del sol es por ahora la única fórmula rápida y eficaz para aguantar este intenso bache inflacionario externo (agravado en el rubro víveres por las lluvias en provincias). Mucho más, por ejemplo, que ponernos a subir las tasas en soles del BCR, que tan sólo provocará que vengan más dólares. Y más eficaz que bajar aranceles o reducir gasto público. 2) Está apurando el proceso de solarización, algo muy saludable para el país en su conjunto. 3) Aunada a estas bajas arancelarias, los exportadores se vuelven más competitivos al adquirir sus insumos externos con dólar más bajo. Si estuviera en los zapatos de Adex, dejaría de ser tan patéticamente llorón y propondría algo que no sólo fuera beneficioso para ellos sino para el país y que les permita lidiar con este inevitable fenómeno revaluatorio. Lo que deberían propugnar los exportadores a cambio de soportar esta revaluación es que sólo a ellos y sólo hasta el 2010 se les permita la reinversión de utilidades a cuenta de un menor Impuesto a la Renta, dentro del esquema que ha avanzado ya el ministro Rey. Incluso, otra alternativa más frontal sería pedir –también sólo por dos años– una reducción en la tasa máxima que pagan, que es 30%, del Impuesto a la Renta a una más baja, como 25% por ejemplo. Y esta tasa sería una reducción bastante moderada, Carranza... Cualquiera de las dos medidas sería buena para que los exportadores aguanten el temporal cambiario.
-Veo que el ministro Garrido Lecca está interesado en nutrición para reforzar la salud, lo que me parece magnífico. De lo que he investigado, el mejor producto se llama Plumpy Nut (mirar http://www.plumpynutinthefield.com/eng/index-eng.php, http://www.nutriset.fr/ y http://www.plumpynutinthefield.com/eng/index-eng.php). Es lo más rápido para sacarte de la desnutrición. Como decía el maestro aprista LAS: “Gobernar es nutrir”.
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