13 marzo 2008

Inflación: ¿Y si bajamos el IGV? (07/03)

Uno mira los precios récords de ayer del petróleo y algunos metales (oro, plata y cobre especialmente) y no puede menos que sospechar que tras la burbuja de internet, seguida por la hipotecaria, habríamos entrado a una burbuja con estas materias primas, pues los inversionistas aún gozan de mucha liquidez por la FED y están buscando con qué especular ahora para generar fuertes ganancias. De ser cierto, eso traería como consecuencia un ciclo de exportaciones primarias peruanas con precios alucinantes hasta que la burbuja reviente. Ojo que también la debilidad del dólar ayuda a subir el precio de los commodities, porque se necesitan más dólares para pagarlos. Con esas tasas bajas, Bush y Bernanke no están llenando de dólares baratos e incrementando nuestras reservas. Ahora... ¿por qué tenemos inflación aquí? La respuesta más lógica es que se trata de un fenómeno mundial por exceso de liquidez y por commodities claves (trigo y petróleo) muy inflados. Chile tiene el doble de inflación que nosotros, para no hablar de Argentina y Venezuela. Si todos los chicos tienen fiebre en la clase es que hay un virus común, llamado aquí inflación. Hay quienes hablan de un recalentamiento de nuestra economía y que el MEF tiene la culpa por no frenar el gasto fiscal, pero salvo algunos sectores (los head-hunters me dicen que es muy difícil encontrar ahora buenos gerentes), eso aún no se refleja en el mercado laboral, como bien apunta Bruno Seminario. Hay auge en el consumo, pero aún muchos no entran en la fiesta. Y la inversión productiva sigue alta. Otros acusan al BCR de haber emitido demasiado para aguantar el precio del dólar, pero ojo que mucha de esa emisión se ha “esterilizado”. ¿Soluciones? El MEF habla de rebajar aranceles e ISC a los combustibles. Lo primero siempre es bueno para la economía, pero tengo mis dudas dado que los productores suelen quedarse con el margen, a menos que se rebaje a productos terminados y los obligue a competir ajustando precios. Lo segundo es racional (¡no se pueden pagar tantos impuestos por combustibles!), pero la reducción anunciada es muy tímida. Otros aconsejan dejar caer más el dólar, pues alegan que la única manera de “reexportar” la inflación importada es apreciando al sol. Eso indudablemente le pondría dinero en el bolsillo a la gente, aunque ahogaría a los exportadores y afectaría a los que reciben remesas externas. E iría contra ese dogma sabio de mi admirado Pedro Beltrán: “Siempre ten dólar caro y supéravit fiscal”. Factible, pero complicado. ¿Y rebajar un par de puntos al IGV? Subes inmediatamente el poder adquisitivo y disminuyes otro tributo excesivo. Claro que esto sería considerado una barbaridad para aquellos que creen que la economía está sobrecalentada, pues elevaría el consumo al ser como un aumento de sueldo indirecto para enfrentar esos alimentos caros (a propósito, ¿vieron cómo teníamos razón con la bajada de impuestos a los autos? Ahora se venden más y se recauda más. ¡Viva la curva de Laffer!). Lo que sí me parece un disparate es la propuesta de PPK de ponerle controles a la entrada de capitales. ¡Eso está bueno para Velasco! No funciona a menudo, es torpe (como intentar matar una mosca con una silla) y dañaría nuestra imagen ante los inversionistas.

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