- Mucho de lo escrito por Alan García en sus tres series “cánicas” ha sido muy valioso, pero creo que aún no toca el punto medular: tenemos un Estado que no sirve para nada y que urge reformar ya. No hablo de despidos –que nadie se asuste–, sino de procesos absurdos, trámites engorrosos, papeleos frustrantes, cultura burocrática, miedo a firmar papeles, contralorías obstruccionistas, concursos públicos estériles, costos excesivos, ineficiencias clamorosas... El mejor ejemplo es que ha habido dinero como nunca y no se le puede gastar bien y rápidamente, existiendo tantas carencias. No mejoramos ese Estado y algún Humala estará en Palacio el 2011. No sé por qué no se puede contratar a una consultora internacional –McKinsey es la mejor– para que nos ayude a reformar a este monstruo. Me dicen que no se hizo porque McKinsey pidió US$4 millones. ¡Por Dios, la recaudación tributaria ha llegado a tal récord que vamos a ahorrar US$1,000 millones para contingencias y no podemos gastar US$4 millones! Y me dicen que Confiep tampoco quiso aportar. Después no lloren.
- La sicología latinoamericana le debe parecer bien rara a otros pueblos. Los líderes de Colombia, Ecuador y Venezuela se dicen de todo, se acusan de hechos muy graves y se amenazan con guerras para después terminar dándose –muy hipócritamente, por cierto– la mano. Esto debe haberse mirado desde el Primer Mundo como muy folclórico, muy pintoresco, muy tercermundista; como desde aquí miramos las recientes reacciones cusqueñas. Bueno, lo importante es que no se llegaron a extremos indeseables, pero queda el sabor de una barata ópera bufa, un sainete de payasos que se golpean el pecho cual gorilas para después moverse la cola como perritos. - Leo que el ministro Carranza va a procurar un superávit fiscal para aliviar tensiones inflacionistas y aumentar un fondo para vacas flacas. La idea me parece muy buena, pero creo que mejor deberíamos dedicarle algo de ese dinero a rearmarnos rápidamente, pues lo recientemente vivido en nuestra vecindad nos ha recordado que vivimos en un barrio muy complicado, inmaduro e inestable. Por lo menos ya no deberíamos ver nunca más tanques malográndose en pleno desfile militar o Sukhois cayéndose a cada rato. Nuestros viejos Mirage, MiG, blindados rusos, fragatas y submarinos deben estar por lo menos a punto.
- Me confirma gente vinculada al cine que no se van a filmar escenas en el Cusco para Quantum of Solace, la próxima película de James Bond, a causa de los recientes e irracionales disturbios que sacudieron a esa ciudad. Claro, eso no se dice abiertamente y por diplomacia se alegan lluvias, problemas logísticos, etc... Pero el tema de fondo ha sido seguridad. Si esa escena de Machu Picchu en una peliculilla como Diarios de Motocicleta generó tanta curiosidad turística hacia el Cusco, imagínense un filme de Bond, que lo ven millones de personas. Lo más patético es que nos ganaron una vez más los chilenos, pues sí se van a filmar escenas en dicho país. ¡Gracias, Efraín Yépez de la CGTP! ¡Gracias, cusqueños (tanto los violentos como los pasivos frente a éstos)! Realmente fueron brillantes. En fin, cada uno tiene lo que se merece.
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