03 setiembre 2007

El Zar Jaritonov (26/08)

En general, parece acertada la designación de Julio (“Jaritonov” en ruso) Favre como el nuevo “zar de la reconstrucción” del sur chico. Es un hombre dinámico, con mucho carácter, empeñoso e incapaz de tocar un solo centavo ajeno. Favre tiene los pantalones bien puestos. Basta recordar cómo enfrentó, apoyando a la Policía, a Sendero Luminoso en el norte chico y fue uno de los artífices de su erradicación allí. Por eso estuvo durante mucho tiempo en la mira de los rojos y caviares, que no perdían oportunidad en criticarlo. Le tocó un período de transición complicado en Confiep tras la caída del fujimorismo, donde nuevamente caviares y rojos le colgaron gratuitamente el mote de “fujimorista”. Recientemente fue determinante en la derrota de las pretensiones de Mufarech para reelegirse como presidente de la región Lima Provincias y en la consiguiente victoria del candidato Chu. Es que cuando se le mete algo en la cabeza, lo hace. Donde puede tener problemas es en cuanto a que es muy frontal para expresarse y en su puesto va a tener que ser bastante más político y cauto al respecto. No le podrá llamar al pan, pan y al vino, vino como acostumbra. Asimismo, tendrá que resignarse a los lentísimos reflejos de la actividad pública, tan distinta a su veloz primo el sector privado. Es fácil prever que la burocracia lo sacará muchas veces de sus casillas, así como que habrá mucho político malintencionado que lo criticará por gusto muchas veces y con pésima leche. ¡Uf, ya va a experimentar lo que es la Contraloría y Consucode! Por ese lado es que me pregunto por qué Favre se mete en este berenjenal, por qué un hombre sin ambiciones políticas, que ha triunfado en sus negocios y tiene buena reputación acepta un encargo tan difícil, descuidando la hacienda personal. La verdad es que hay que ser bien patriota e idealista para cargar con ese cometido, porque va a tener que tomar decisiones muy drásticas e impopulares. Por ejemplo, tal parece que va a tenerse que cambiar la ubicación de Pisco y me dicen que eso es aún más imperativo en Tambo de Mora, donde el terreno es muy malo. ¿Los pobladores aceptarán esto de buena gana? En fin, a desearle la mejor suerte del mundo. - No se por qué los bolivianos se entusiasman tanto con esa posible salida al mar mediante un corredor al norte de Arica. Según me han comentado varios expertos, no es posible hacer un puerto allí porque no hay cala, no hay profundidad. Se irán a contemplar crepúsculos… - Aunque no me sea un personaje simpático, hay que agradecerle mucho a Evo Morales que imite a su par colombiano y visite Pisco. Ojalá Kirchner o la clase política argentina se hubiera portado así de bien. Ya no creo que nadie a estas alturas no esté decepcionado con quienes creímos –tal parece que ilusamente– nuestros aliados naturales durante décadas.

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