1) Se paseó Del Castillo en el Congreso. No sé si más por las falencias de la oposición que por la habilidad del Premier, pero ya parece que el “Pandolfigate” se desinfló, más aún con tanta indiferencia ciudadana al respecto. El que aún sigue con pronóstico reservado es el “Razóngate”. Garrido Lecca está con un pie en la tumba y el otro sobre un patín apoyado en una cáscara de plátano. ¡Se gradúa de Houdini, el mítico escapero, si logra salir de ésta! A ver quién le cree que no estaba al tanto de los contratos, que desconocía que se habían comprado contenidos y que no tenía ningún contacto con esos medios, tan curiosamente adversos a su “pata” Bruce...
2) García se la puso para una “palomita” a Jaime Cáceres Sayán (Confiep) con ese reto de que le consiga a la consultora MacKinsey para comenzar la reforma del Estado. Ahora que Cáceres Sayán acuda al BID –u otra multilateral– junto al gobierno y consiga un crédito blando para traerse a ésta y realizar la reforma más profunda.
3) Uno observa este violento y absurdo paro en Ancash, la bestial quema de la Municipalidad de Chiclayo, los tan irracionales Ilave y el “Arequipazo”, los desmanes en las minas (Tintaya, Yanacocha), el malvado bloqueo de Pasco comenzando Semana Santa, las barbaridades que hablan algunos presidentes regionales (Cusco y Ancash se llevan la palma por ahora), la irresponsabilidad de esa marcha tacneña a la frontera con Chile, la alta votación presidencial alcanzada por un ignorante muy limitado, la gente cruzando con bebés cargados las autopistas en lugar de usar los puentes, los extorsionadores de Construcción Civil, las congresistas cocaleras rompiendo narices en el hemiciclo, etc…, y no queda más que preguntarse si debemos admitir que somos simplemente un país de salvajes (fenómeno que se agudiza en provincias). Es descorazonador… Bueno, uno ve a Bolivia, Venezuela y Ecuador (por no hablar de Medio Oriente o Africa) y por lo menos se consuela. ¡Pero cuánto dinero y esfuerzo hay que meter en educación y seguridad públicas! Es que debimos hacer un “triage” con todo este inesperado excedente fiscal. “Triage” es un término médico-bélico. Se da cuando en pleno combate los doctores alinean a los heridos y eligen a los que más posibilidades tienen de sobrevivir para su evacuación o atención. Como es obvio que nuestro país necesita educación y seguridad interna a gritos para desterrar al salvajismo desde su raíz (ignorancia y anarquía), todo ese “shock de inversión” debió destinarse exclusivamente a esos dos ítems en lugar de estar atracado por todos lados, así como este dinero que va a sobrar por esta reciente regularización de impuesto a la renta (la infraestructura, algo también urgente, que la concesionen). Cierto que existen mil cosas urgentes, pero estas dos son básicas, prioritarias, vitales, elementales si queremos ser un país civilizado, menos simiesco.
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