-Tibia la decisión de la Cancillería de enviar una nota de protesta a Bolivia por las declaraciones de Evo Morales sobre su asilado asesor que Perú reclama por emerretista. Debieron llamar a nuestro embajador a consultas. Y se debió tomar la misma medida con Chávez, que también cometió una impertinencia similar. ¿No se toca a Venezuela para no afectar las exportaciones textiles de Gamarra a dicho país?
-Qué casualidad de casualidades que justo cuando Chávez es arrinconado con toda la información que está fluyendo de la laptop del abatido líder FARC Reyes aparecen sendas denuncias en La Habana y Caracas contra EEUU. Era muy previsible esta reacción. Como EEUU –a través de su zar antidrogas, dado que las FARC están involucradas con los narcos– ya comenzó a inmiscuirse en el “affaire Reyes”, inmediatamente los aliados del Caribe denuncian una financiación de la oposición en Cuba y la ruptura del espacio aéreo venezolano. Seguramente Ortega o Evo salen pronto con alguna acusación contra Washington.
-Así empieza ayer su columna el izquierdista Humberto Campodónico: “Del 2002 hasta la fecha el Producto Bruto Interno ha aumentado 45%. Pero del 2002 al 2006 la pobreza sólo bajó del 54.8% al 44%, es decir, 10.8% (si bien todavía no hay cifras oficiales, habría bajado al 42% en el 2007). ¿Por qué este gran crecimiento del PBI no genera una gran reducción de la pobreza?”. Y allí pasa a soltar sus rollos antimercado.
Claro, quien no tiene nociones de economía inmediatamente le da la razón en que el crecimiento no reduce la pobreza, pues suena como que la torta creció la mitad y llegó a muy pocos. Pero lo que Campodónico oculta es que recién ha habido crecimiento económico neto desde mediados del 2004, pues antes simplemente se recuperó todo lo que la economía retrocedió desde la gran crisis de 1998 (fenómeno del Niño, Crisis Asiática, Crisis Rusa, quiebra de 11 bancos. Todo esto empeorado por la crisis política que se desencadenó con la caída del fujimorismo), que ocasionó una recesión anormalmente larga y profunda, casi una depresión. Es decir, el Perú era un ser calavérico que tan sólo recuperaba su exiguo peso anterior y el músculo nuevo recién ha comenzado a salir desde hace tres años y pico. ¿Campodónico –que es economista– hace esto por intencionalidad política, por burro o por mala leche?
Más certero es escribir: “Después de la salida total en el 2004 de la crisis que estalló en 1998, pues recién ese año regresamos a los niveles económicos que teníamos antes que comience esa recesión, y tras un breve frenazo de las inversiones en el verano/otoño del año 2006 debido al susto de las elecciones –casi gana Humala–, se ha logrado un elevado y sostenido crecimiento de la economía que permite esperar una más rápida aceleración en la disminución de la pobreza (especialmente la urbana), pues no se avizora una ralentización económica severa y recién regresará la incertidumbre política con el inicio de la campaña presidencial del 2011. Lamentablemente, la concentración de los más pobres en alejadísimos villorrios rurales, atrapados por la ignorancia y el improductivo minifundio, complica mucho bajar velozmente la pobreza campesina”.
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