14 diciembre 2006

:: Enterrar al padrastro

Columna diario Correo
Por Aldo Mariátegui

Se murió tu padrastro, Chile, porque no se puede llamar “viejo” a quien se te impuso a la fuerza en tu vida. Con la cantidad de coscorrones que te metió, es obvio que no lo recuerdes precisamente con cariño. Menos aún cuando te enteraste de que le metió mano a la alcancía familiar. Te agarró muy intoxicado con marxismo y te sacó de esa droga a patada limpia, sin sicología, metadona o calmantes.
Te trajo a ese brillante preceptor gringo, aquel Milton Friedman que no se hizo problemas para hacerte su exitoso laboratorio. Y palo sin asco en los nudillos, correazos, perros bravos y duchazos de agua helada si te desviabas un centímetro. Adolescencia larga, silente, de noches vedadas. Te gritaba siempre en sus discursos que quería que “no seas una nación de proletarios, sino de empresarios”, al mismo tiempo que te chicoteaba y te obligaba a competir con los más grandazos.
Los Chicago boys de Milton patinaron feo en 1982 al congelar el dólar, pero tu padrastro no abandonó la receta impuesta y perseveró varios años más. Hasta que se confió y pensó que lo seguirías dócil si te soltaba la cuerda. Perdió 47% a 53% en el plebiscito y se tuvo que largar, aunque su presencia siempre estuvo allí. Llegaste muy lejos por esa dieta económica, aunque te cueste admitirlo.
De ser un flaquito insignificante –tal como tu mapa– ahora no sólo eres el primero de la clase en el barrio, sino hasta muy armado y millonario estás. La vecindad te imita y te envidia. Hubo en la zona muchos padrastros tan o más brutales que el tuyo, pero tu dieta, a diferencia de la de ellos, funcionó. Tanto así que quienes sucedieron a tu padrastro no la han variado. Pero nada, nada justifica que se haga un hombre de un muchacho a punta de patadas, sangre y fuego. Porque la libertad y la vida son sagradas. Tu padrastro te ha dejado traumado.
Quería que lo recuerdes como un hacedor de naciones autoritario, como O’Higgins y Portales o como Turquía a Ataturk, Singapur a Lee Kuan Yew, Alemania a Bismarck o Inglaterra a Cromwell, lo que es imposible. Pero mira a España o Corea del Sur, donde ya enterraron mentalmente a sus padrastros Franco y Park Chung Hee (otro que cambió su país a la mala de 1961 a 1979. Duro entre los duros: un francotirador mató a su mujer mientras daba un discurso. Park miró el cadáver y siguió hablando, desafiante).
Chile, como los españoles, ya dejarás ese trauma atrás y sonreirás unido (aunque espero que no termines como estos últimos en el cine. Se la pasan haciendo películas de la Guerra Civil cada dos por tres. Ya están pesados con eso y quieren –como Rambo o Chuck Norris con Vietnam– ganar en el celuloide una guerra que la mitad de sus abuelos perdieron).

2 comentarios:

Anónimo dijo...

JAJAJAJAJA los españoles olvidaron el trauma de la dictadura? jejeje no los sobreestimen a sus politicos

Anónimo dijo...

Con la misma vara que mides seras medido , si te gusta hablar de traumas te deberias acordar del complejo de inferioridad peruano por su indigenidad , o tal vez del trauma de ser ustedes un pueblo apabullado por derrotas , que los espanoles hundieron los incas con unos pocos soldados, que chilenos los derrotaron y vienen cada noche a invadirlos , que colombianos los derrotaron y se quedaron con Loreto , que los ecuatorianos los humillaron en el Cenepa etc. Creo que esto te calza perfectamente , y por favor nunca te mires a un espejo ya que tu trauma renacera como buen peruano , cheers.