02 diciembre 2006

:: ¡Mi general Gorriti!

Columna Correo Perú
Por Aldo Mariátegui

1) Nuclear el reciente artículo en Caretas de Gustavo Gorriti sobre la corrupción en el Ejército. No queda más que decir tras esa revelación detallada de cambios de placas a los camiones para que la Contraloría no detecte el tremendo robo de combustible. Ahora sí Wagner va a tener que ponerse los pantalones, aquellos que dejó olvidados durante ese proceso escandalosamente argollero de ascensos, y pasar al general Reinoso y sus amigos al retiro. Urge una depuración de corruptelas y varias cabezas con gorras tienen que rodar antes del lunes. Y también es una buena oportunidad para subsanar esas injustas postergaciones que se dieron con los mejores oficiales. Hablando de sinvergüenzadas con los combustibles, ¿por qué Osinerg ha aguantado hasta ahora el proyecto de teñir con un color especial a la gasolina producida en la Selva para así evitar el escandaloso contrabando interno que sufrimos por la diferencia tributaria? Yo he visto en Costa Rica cómo se tiñe a la gasolina que se entrega subvencionada a los pescadores para evitar que la revendan. Y funciona muy bien, porque no hay cómo quitarle ese color llamativo que le ponen.
2) Esa mujer que han elegido para liderar a ese fantasma llamado CGTP no debería ponerse tan gallita. Como demostramos fehacientemente, el 80% de sus federaciones no existe. La CGTP sólo es el Sutep, Construcción Civil y el sindicato telefónico. Nada más. No son más que una sarta de viejos vándalos callejeros.
3) Sería una barbaridad que se impida la salida del país de Toledo. Ya dejemos esas revanchas cainitas y esas persecuciones absurdas; maduremos. Toledo no es Fujimori y limitar sus movimientos sería una grosera tontería. En cambio, sí estoy de acuerdo con que se procese severamente a Ollanta Humala. Todo indica que estuvo metido hasta las narices en el “Andahuaylazo” y lo que menos puede tolerar una democracia es que los militares le falten el respeto.
4) Se avivó bien el nuevo presidente mexicano Calderón en su juramentación y evitó una situación que podía haber acabado trágicamente. Pero México queda muy peligrosamente polarizado y, conociendo el enérgico carácter de los aztecas, pueden darse en el futuro situaciones de violencia. Hizo lo correcto García en mandar allá al curtido Giampietri y evitarse el riesgo de una situación desairada. Hubiera sido penoso para la investidura presidencial –algo de solemnidad casi imperial, que siempre debe infundir mucho respeto y “gravitas”, algo que Toledo nunca comprendió– que le caiga un botellazo, un esputo o le falten el respeto verbalmente.
El mismo Calderón debe haber agradecido internamente que no vayan muchos mandatarios extranjeros, dado lo sensible de la situación. Y apuesto a que Chávez barre el domingo. ¡Los venezolanos, al igual que los ecuatorianos, no me pueden decepcionar, tienen que elegir siempre al peor! Caracas es Cretinoamérica profunda, sólo que con harto dinero, mucha violencia y muy poco buen gusto.

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