Columna Diario Correo
Por Aldo Mariátegui
¿Sabía usted que nuestros mejores talentos como Vargas Llosa y Bryce no podrían enseñar literatura en una escuela pública peruana, como (de vivir) Basadre historia, Modesto Montoya física, Szyszlo arte, Isola teatro, Unger ciencias naturales, Jorge Avendaño educación cívica, Hugo Ñopo matemáticas, Toledo inglés, Eliane Karp francés, Juan Diego Flórez música, PPK economía, Martha Hildebrandt lengua, Frida Holler modales, Man Bo Park educación física, etc…, lo que sí pueden hacer perfectamente en un colegio privado?
Todo porque existe un monopolio, una barrera de acceso de ingreso dada por la exigencia de tener un título de maestro (encima con la paupérrima calidad del 90% de institutos que enseñan esta carrera, ese “título” es una tomadura de pelo descomunal). ¿Un absurdo, no? ¿Más bien idiota, no? ¿Qué haces en Economía si un insumo te escasea? Pues buscas un producto sustitutorio adecuado. ¿Si un producto local es malo? Pues bajas aranceles y permites la importación.
¿Si un mercado es imperfecto por cerrado? Pues lo abres a la competencia. Así de sencillo. Por eso me parece brillante la propuesta de Martha Hildebrandt (que además ha sacado unas estupendas agendas anuales, cargadas de cultura) de proponer que la enseñanza escolar pública esté abierta a todos los profesionales. Precisamente, una de las críticas más fuertes que le hacía buen tiempo atrás The Economist a la pésima educación pública estadounidense era el sinsentido de que Albert Einstein no podría enseñar física a los escolares gringos.
La sesuda revista inglesa explicaba que el núcleo del problema no era el dinero, que a pesar de que los colegios fiscales gringos gozan de buena infraestructura, el gasto escolar per cápita es bien alto y los sueldos de los maestros son decorosos, la educación escolar es pésima allá por culpa de un poderoso sindicato magisterial, controlado por el ala más radical de los demócratas, que ha impuesto un nocivo sistema curiosamente similar al que tenemos aquí (ascenso por antigüedad y no por méritos, estabilidad laboral absoluta, reticencia a evaluaciones y directores impotentes).
Aparte de instar a reformar esto, la revista pedía experimentar con el sistema de “vouchers” (darle un bono a los padres para que escojan las mejores escuelas públicas y fomentar la competencia) y permitir que los demás profesionales puedan enseñar, lo mismo que ahora plantea la congresista Hildebrandt. Esto es urgente. Ya no puede ser, como bien dice Trahtemberg, que “en un aula de colegio público peruano al adulto le digan maestro porque es el mayor y alumnos a los chicos por ser los menores, pero ninguno es maestro ni alumno de verdad allí”.
Apoyemos esta y otras propuestas y enfrentémonos unánimemente, sin piedad, sin pestañear, a este nefasto SUTEP de Patria Roja y sus colaterales (el más extremista, demente y violento de Robert Huaynalaya, etc…), esos tumores que impiden que tengamos una buena educación pública. No tomemos prisioneros ni permitamos retiradas en esta guerra total para mejorar la educación pública y así derrotar de verdad a la pobreza.
¡Fuera esa argolla reaccionaria y vividora de nuestros colegios! Nuestros chicos se lo merecen.
1 comentario:
Increible, quienes supuestamente mas requieren (alumnos de escuela publica), son legalmente privados de acceder a una mejor educacion...si pues, que les queda a aellos? acceder a una universidad (un super cuello de botella para lña mayoria) y aspirar a ser los mejores (con una igualmente mediocre educacion)... hasta lli que porcentaje tenemo (1%, 2% tal vez de las poblacion escolar publica) Muchas veces me intriga saber si Caridad Montes la lider guerrillera del Sutep es profesora de Educacion Civica... o por ultimo si en realidad enseña algo, que tortura para esa USE o colegio al cual esta tipa pertenezca.
Slds
DMR
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