Para darle un mensaje a los revoltosos, ayer el gobierno declaró como “Día de la Autoridad” al 28 de mayo, fecha del desalojo de Santa Anita. No conocen al APRA quienes piensan que están ante un régimen débil, tipo belaundista o toledista. Y eso está bien, porque en Chile ya advierten que el principal problema de Bachelet es su combinación gobierno débil-con dinero, al que todos agarran de piñata. No. Bienvenido todo lo que se pueda arreglar dialogando, pero como bien aconsejaba el ex presidente gringo Teddy Roosevelt a otros estadistas: “Habla bajito, pero siempre con tu palo en la mano”.
Y no me extrañan –ni me asustan– estos paros provincianos. Son varias y previsibles las causas: a) La gente ha escuchado que hay mucha plata, como nunca, en el fisco. Eso eleva expectativas y deja la impresión de que otros se la están “llevando”, así que se apela a gritar para mamar. b) En el país existe esta lamentable costumbre de apelar de frente a la violencia callejera para reclamar. c) Los gobiernos regionales y locales han resultado muy inútiles para administrar sus recursos. Es más, tienen gran cantidad de proyectos que ya pasaron por el SNIP y de egoístas no los ejecutan simplemente porque fueron aprobados por sus antecesores. ¿Por qué las masas provincianas no les toman cuentas al respecto? d) El gobierno central ha sido muy lento en realizar obras públicas y en empujar la inversión estatal. Ya los ministros de Vivienda y Transportes –donde hay más responsabilidad en “sembrar” cemento– han prometido un fuerte “rush” de éstas de aquí a diciembre. A tomarles la palabra. e) No existe tampoco una política de comunicaciones del gobierno para difundir sus obras. f) Es indudable que los grupos de izquierda –sobre todo Patria Roja– están empujando algunos de estos paros. g) Así como no hay seres más machistas que algunas mujeres, no existen más centralistas que algunos provincianos, que esperan que Lima les solucione todos sus problemas.
No. Pidieron regionalización y se les dio. Ahora arréglenselas solos. No sólo existen los derechos, sino también los deberes.
- Tras el milagro del Cienciano, ahora el Cusco nos da esta satisfacción con Machu Picchu como Maravilla Moderna (y no sé qué diablos pinta el Cristo de Río de Janeiro allí. Es una estatua bien normalita). ¡Felicitaciones! Pero el verdadero milagro que espero ver allá es que los cusqueños cambien esa absurda mentalidad roja contra el libre mercado y la empresa privada que tienen (su actual patético presidente regional es el mejor ejemplo, tan torpe como su antecesor Cuaresma. Y antes tuvieron al difunto Daniel Estrada hostilizando a la cervecera local en 1984 y frustrando Camisea en 1988), que dejen de atacar a los turistas (bloqueando trenes por ejemplo) por algún reclamo y que erradiquen ese absurdo chauvinismo indigenista.
Esa estúpida ideología violenta, roja e indigenista no los va a dejar desarrollarse jamás. Exorcícenla y serán grandes como sus antepasados.
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