Tras una semana crispada, propongo tratar un tema liviano hoy, así que les voy a contar un poco de lo que vi recientemente en Australia. Abruma por inmensa.
Es del tamaño exacto de EEUU continental (seis veces el Perú), así que todo por avión.... El interior es desértico, de aquí que la gran mayoría vive en ciudades costeras (Sydney, Melbourne, Adelaida, Perth, Cairns, Brisbane… De esta última me dicen que es la mejor para arraigarse). Sorprende la fuerte rivalidad entre Sydney y Melbourne, similar a la de Guayaquil y Quito. Como las dos querían ser la capital, se hizo una nueva, bautizada como Canberra (“lugar de reunión” en idioma aborigen).
En esta frígida Canberra ves a los alucinantes canguros –unos muy grandazos– sueltos como vacas. Australia no es toda un Brasil de eterno sol. Ojo que sus dos principales ciudades no están tan cerca al ecuador. Sydney es muy parecida a la gringa San Francisco en pinta, población (mucho gay y asiático) y clima, mientras que la sureña Melbourne es mas fría. Al norte (Cairns es su Miami) es que están los cocodrilos (el tiburón blanco anda por todos lados) , la selva, el arrecife y el calorcito.
De allí proviene el “Cocodrilo Dundee”, un personaje típico del “outback” como le llaman al campo interior. Como el dólar yanqui está por los suelos, Australia está cara ahora. Los billetes son preciosos en sus diseños, pero no te duran nada...
Y no se les ocurra pedir una cerveza “Foster”, que aquí es vista como mala y para turistas. Tiene una variedad regional de birras muy vasta y están muy bien en vinos. No se come mal (probé canguro –los tienen que matar para controlar su gran población– y cocodrilo. Uno parece vaca y el otro pollo). A pesar de ser anglos (sinónimo de comer mal), son bastante abiertos a otras cocinas y las asiáticas han entrado muy fuerte, así que uno puede alimentarse decentemente. El nivel de vida es bien alto. Ves muchísima prosperidad y es tranquilo, poca droga y crimen. Parece un plácido EEUU de los años 50, donde se alternan laboristas (entre socialdemócratas y liberales) y nacionales (derecha) en el poder. Los locales –bastante simpáticos– suelen decirte que es el mejor país para vivir en el mundo (por algo le dicen “Oz” a su país), aunque esto de que estén tan lejos... Sorprendentemente, al latino lo ven bien y fomentan la inmigración porque les falta gente (sólo son 21 millones).
Alguien que quiera irse allá tiene saber que usan un sistema de puntaje, de acuerdo a qué tal hablas inglés (entenderlos es un suplicio inicial por su acento), tu edad y si tu ocupación es de las más demandadas (curiosamente, lo que más quieren son peluqueros, chefs, mineros y gasfiteros, todos los que ganan un platal allá). Cumples eso y estás adentro, llegando vía Chile (que tiene la colonia latina mas grande de lejos) .
La vida es asequible, con pleno empleo, aunque la vivienda anda por las nubes. Viviría allí mil veces antes que en el demente EEUU o el helado Canadá.
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