-¿Ubican a Gisella Ortiz, esa emotiva chica de anteojos que ha sido la portavoz de los familiares de los asesinados en La Cantuta (ella también estudiaba allí cuando mataron a su hermano)? Pues según leí ayer en La República, a la supuestamente doliente dama no le molestó nada trabajar para el fujimorismo en los años 2000 y 2001 a órdenes del congresista “naranja” Becerril en la Comisión de Economía del Parlamento. Es más, postuló en el año 2001 en la lista fujimorista “Todos por la Victoria” de Ricardo Flores, un cirquero apodado “Riflo” que todo el mundo sabía que era amigazo de… ¡Montesinos! Y El Comercio revela que Félix Huamanyauri, un indemnizado con US$175 mil por un hermano muerto en Barrios Altos, le ha “tirado cabeza” al resto de familiares con el dinero. ¿Es que Gisella y Félix traficaron con este tema para hacerlo un “way of living” como la viuda de Allende (Salvador estaba separado hace rato de ella y vivía abiertamente con Miriam Contreras, llamada “la Payita”)? Juzguen ustedes. Yo sólo recuerdo esa cursi canción de los 70: “¡Hipocresía, morir de sed habiendo tanta agua!…”.
-No sé si es simple coincidencia, pero… ¡qué casualidad que el laureado Nobel de Economía Joseph Stiglitz llegue a Lima justo cuando acabamos de cerrar el TLC con EEUU! Como es bien sabido, Stiglitz es un acérrimo enemigo de este tipo de acuerdos, del liberalismo en general y del FMI en particular. Juega a ser el Michael Moore o la Naomi Klein de la economía, así que los caviares –quienes lo están casualmente trayendo– y los rojos locales van a estar de plácemes, pues lo van a usar como munición para sembrar dudas y desazón sobre este acuerdo comercial. ¡Ya veo a Giacosa, Campodónico, Francke, Iguíñiz y otros al borde del orgasmo!
Cierto que Stiglitz es brillante, pero sospecho que gran parte de su actitud hipercrítica se debe a dos razones bastante humanas: vanidad y rencor. Lo primero porque ha descubierto el glamour de ser un francotirador “progre”, lo que le garantiza gran cantidad de cámaras y conferencias pagadas que atrae pegarle a los chambones FMI y Bush. Lo otro porque nunca le va a perdonar al ex secretario del Tesoro gringo Larry Summers y al establishment del FMI que hayan maniobrado para sacarlo feísimo de su alto puesto en el Banco Mundial. Un genio resentido porque le metieron una patada en el poto es bastante peligroso. Y sus diatribas contra la globalización o los TLC son francamente infantiles, así como su apoyo a la estafa mundial de los Kirchner y sus elogios a Hugo Chávez. Todo eso me recuerda a otro Premio Nobel, James Watson, el genio de la genética que descubrió el ADN y que sin embargo hace poco soltó la burrada de que Africa no tenía salvación porque los negros eran intelectualmente inferiores al resto.
Ser Premio Nobel no te salva de hablar cojudeces.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario