Un sentimiento visceral me decía que Chávez perdía. Esperé los resultados para el editorial, pero decidí no arriesgarme con los “boca de urna”. El patinazo de Lourdes Flores del año pasado nos demostró que no sirven. Cuando por fin salieron, no me quedó duda de que el “No” había ganado con “roche” y que hubo una negociación para salvarle la cara a Chávez.
¡Mis instintos no fallaron! Ayer una fuente venezolana, del mayor de los créditos, nos mandó lo siguiente:
“A las 5 de la tarde en adelante, el gobierno intentó revertir la tendencia que todos los exit poll decían: ‘No’ 60%, ‘Sí’ 40%. Chávez mandó incluso a poner una tarima en el Palacio de Miraflores para celebrar el triunfo y filtraron resultados alterados a las agencias internacionales. En ese juego entraron el Consejo Nacional Electoral, el gobierno y algunas encuestadoras aliadas a éste. Los partidos políticos, los estudiantes y el general Baduel (ex ministro de Defensa) tenían en sus manos las cifras verdaderas y decidieron no dejarse arrebatar el triunfo evidente. Baduel, quien había sufrido un atentado en la mañana, optó por ir al CUFAN (Nota: Comando Conjunto) y negociar con la cúpula militar. Pidió hablar con Chávez para negociar. Chávez, el gobernador Diosdado Cabello (Nota: segundo del régimen) y otros no querían negociar la derrota. Se desencadenó una crisis militar. Alrededor de las 9 de la noche, el gobierno sabía que ya estaba perdido, pero Chávez aún en ese momento no quería admitir los resultados. Baduel se volvió el gran negociador. El propio Chávez admitió después que fue él quien retrasó el primer boletín del CNE. Baduel, Chávez, el Consejo Nacional Electoral, el Alto Mando Militar y los factores del ‘No’ negocian entonces unos resultados que no fueran humillantes para Chávez. Son estos resultados tan cerrados los que se dan a conocer cuando lo cierto es que el ‘No’ se impuso por 59%”. Chávez no sólo perdió sino que se ha debilitado frente a los militares. Seguramente buscará purgar a estos uniformados.
PD: No sé si serán lágrimas de cocodrilo o un sincero y caballero fair play, pero agradezco lo escrito por Hildebrandt sobre mi asalto. Más bien, lo aparecido en el panfleto chavista este domingo confirma que Edmundo (alias “César”) Lévano es una porquería como persona y un falso valor como profesional al permitir publicar eso (escrito por el pobre diablo vienés), un hipócrita que después sermonea a sus alumnos sanmarquinos con palabrería engolada y llena de citas que no practica. Bueno… ¡Qué se puede esperar de un lacayo de Chávez, de quien llegó recién de octogenario a director de… pasquín gracias a los petrodólares de Caracas (¿de qué viven sin avisos y con ese tiraje ínfimo?) y al primitivo humalismo, de un periodista que escribe “vendabal” en su columna, de un rojo acomplejado –nunca ha superado la amargura de su minusvalía– que ha usufructuado de un apellido sindicalero y de que Odría lo haya encarcelado (lo mismo que a él habría hecho con todos, porque era un comunista seguidor de Stalin, el mayor asesino de la historia)!
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