26 noviembre 2007

¿Bolivia: nueva Yugoslavia? (26/11)

Evo Morales y su gente se quitaron la careta democrática en Bolivia y aprobaron una nueva Constitución con la oposición ausente, la calle candente, medio país disidente y en un cuartel presente.
Y antes se tiró abajo al Tribunal Constitucional y arrinconó a la Corte Suprema. ¡A ver si nuestros caviares y rojos van a protestar contra todo esto! ¿Van Ernie, Landolt y el IDL, Diego y su Comisión Andina de Juristas o los pumistas de Aprodeh a pronunciarse contra esta barbaridad? ¿Qué dicen las ONG o La República de este atropello? Bueno, tal parece que la guerra civil está a la vuelta de la esquina en nuestro vecino y que no es remoto que la República de Santa Cruz termine siendo un nuevo país en el orden latinoamericano. No me extrañaría. Cambas (selváticos blancones, tipo paraguayos) y collas (aymaras) son demasiado distintos y la pujante selva no quiere ser gobernada básicamente por los humores de esa inmensa barriada paceña llamada El Alto, el paupérrimo y rojimio bastión de Evo. El tema es cómo repercutirá acá y si Chávez o Brasil intervendrán militarmente. Ojalá no vayamos a tener al lado algo así como la Yugoslavia agonizante (con La Paz como Serbia y Santa Cruz como Croacia) de comienzos de los 90.
-Interesantes las coincidencias entre las encuestas de Apoyo (El Comercio) y la nuestra de CPI. Además de que en ambas se confirma que la aprobación de Alan ronda un bajo 30% (28.8% CPI, 31% Apoyo), también resalta que –de lejos– los aumentos de precios de los alimentos (34% CPI, 62% Apoyo) han sido el talón de Aquiles del régimen. Asimismo, es curioso que, por varios cuerpos, el TLC con EEUU sea mencionado como su principal logro (13.6% CPI, 50% Apoyo). Pero tal vez lo que conspira más contra la popularidad de García es esa percepción de que el “chorreo” aún no llega con fuerza. El 48% (Apoyo) y el 64.3% (CPI) aseguran que aún “no la ven”. En ello tiene mucho que ver una deficiente política comunicacional del gobierno y mucha lentitud en la obra pública.
De otro lado, y ya quedándonos sólo con CPI, ese 85% en contra confirma que la reelección presidencial de Alan en el 2011 es una figura impensable en el Perú de hoy. En este aspecto, llama la atención lo bien posicionado que anda Castañeda (28%) y la persistencia de Lourdes (16%), mientras que Ollanta Humala y Fujimori casi empatan (15%) en intención de voto. ¿Será que se dividen al mismo “electarado” o Humala ya está desgastándose (su intención de voto en Lima –12%– es bajísima con respecto a su promedio de 20% en el interior) cuesta abajo, pues anda muy lejos del 33% que sacó en la primera vuelta del 2006? En cuanto a la heredera Keiko, ésta con 8% no recibe automáticamente la misma porción de votos que su padre atrae, algo que sondeos anteriores parecían haber insinuado. Queda tela en esta encuesta y seguiremos mañana.

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