-Creo que ya comenzó el descenso de Hugo Chávez. Si no hay fraude en el referéndum –complicado, dado que es muy rochoso “voltear” un 70% de voto adverso, como registran las encuestas–, se encamina a una segura derrota en su pretensión del 2 de diciembre próximo de volver definitivamente una Cuba a su patria. Además, no logró –cierto que por muy poco– capturar a los dos viejos virreinatos: Perú y México. Si Humala y López Obrador triunfaban, el poder chavista sobre Latinoamérica sería inmenso (¡imagínense el dolor de cabeza que le sería un México chavista a EEUU!). Sólo domina totalmente Bolivia, país sin mayor relevancia estratégica, donde más bien el intervencionismo chavista ha tonificado a la oposición. Evo no ha podido llevar adelante su proyecto totalitario desde la Constituyente y gobierna apoyado en esa barriada paceña inmensa y superpoblada llamada El Alto: una oclocracia regionalista no es base sólida. Ni Ecuador ni Nicaragua están 100% alineados con Chávez.
El juego político en ambas naciones es bastante distinto, pues mientras Correa va hacia una democracia plebiscitaria, Ortega se apoya en los conservadores del ex presidente Arnoldo Alemán y no piensa para nada repudiar el TLC con EEUU. El mayor activo con que contaría Chávez ahora en la zona sería el mediano Ecuador, siempre y cuando Correa, que es mucho más independiente y letrado que Evo, se preste a ser su marioneta. Finalmente, la mala salud de Fidel conspira en su contra, dado que Raúl Castro es muchísimo más pragmático que su hermano. Recordemos que Bill Clinton quiso arreglar con Cuba y Fidel lo saboteó adrede con el derribo de esas avionetas frente al malecón de La Habana. Eso sería impensable con Raúl, que feliz llegaría a algún tipo de acuerdo con Hillary Clinton para ensayar su “salida china” (partido único más apertura hacia el capitalismo). Tan sólo espera que su fanático hermano muera para implementarla.
-Ayer cometí una injusticia al no mencionar como piezas importantes para lograr el TLC al canciller García Belaunde (reconozco que tuvo razón cuando no quiso jugársela en las postrimerías del Congreso republicano anterior) ni a la ministra Pinilla (quien supo negociar con los congresistas Rangel y Levin), como tampoco a los altos funcionarios Luis Muñoz Nájar, Pablo de la Flor y Eduardo Ferreyros. También Pilar Nores jugó un papel breve pero clave cuando logró una buena química con Harry Reid, líder demócrata del Senado yanqui. Dado que se avecinan elecciones y una posible recesión en EEUU, no van a haber nuevos TLC por mucho tiempo.
- Mis felicitaciones a Marco Zileri por la asunción de la dirección de Caretas. Menuda tarea le toca con monstruos como Doris Gibson, Paco Igartua y su padre detrás. Sabia esta decisión de una transición ordenada, paso que a menudo no se toma en las empresas familiares. Dicho sea de paso… ¡qué mezquino es nuestro gremio! Salvo Hugo Guerra, Hildebrandt y esta Casa Editora, nadie saludó en prensa escrita a Caretas por su ejemplar 2000. Como son…
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