15 noviembre 2007

Ni Codelco ni PDVSA (15/11)

-No me sorprende esta emboscada, como tampoco las anteriores. Era previsible desde que se aceptó acatar servilmente a la CIDH en hacerles nuevos juicios a los senderistas, lo que ha motivado que muchos de éstos ya estén libres. Miren nomás Chile, donde se indultó en el 2004 al MAPU Lautaro y éste se ha reconstituido, matando en octubre a un policía en Santiago durante un asalto, realizado seguramente para financiar sus “actividades revolucionarias”. Ojalá nomás que Luis Alva Castro no sea otro José María de la Jara y Ureta, el recordado ministro del Interior del segundo belaundismo cuando estalló Sendero, y esto vuelva a desmadrarse (le soltabas una tortuga vieja, coja, con pesas en el caparazón, subiendo una aceitada rampa muy empinada, enferma de Parkinson, y se le escapaba). -Para seguir con este acercamiento a la estatal venezolana PDVSA y aquello de que en política no hay que ser ingenuos, el actual hombre fuerte de esa petrolera desde mayo es nada menos que… Asdrúbal Chávez, primo hermano de “Hugorila”. Entonces…¿cómo no percatarse de que PDVSA es un instrumento político, caja chica interna y espolón externo (tiene comprados todos los votos de las múltiples islitas caribeñas en la OEA por petróleo barato) del chavismo y no una empresa normal? Chávez ha colocado a sus familiares en puestos claves y por eso su hermano Adán –el más rojo de la familia; perteneció al MIR de joven– es ahora ministro de Educación tras haber sido embajador en Cuba, mientras que su padre es gobernador de Barinas. Y desde hace tiempo me he opuesto a que la minera cuprífera chilena Codelco invierta en el Perú porque es la caja chica de sus militares y cualquier problema baladí (como una huelga) puede desencadenar un conflicto inmanejable (“A Codelco dile no”, Correo, 25-04-02). Ni Codelco ni PDVSA deben establecerse aquí, porque son instrumentos económico-políticos sensibles, los principales recaudadores de los estados venezolano y chileno. Una cosa es ser liberal y otra cojudo.

-Recomiendo Un millón de soles, de Jorge Eduardo Benavides, una versión menor de Conversación en La Catedral. Tal como MVLl retrató al periodo odriista, Benavides pinta magistralmente al velasquismo. Bien escrito y ameno, evidentemente nuestro establishment intelectual –repleto de caviares y rojos que sirvieron al velasquismo– no le ha reventado cohetes. -No le tengo ninguna simpatía al fujimorismo wolfensoniano –encima desde La Razón me insultaron en los mismos términos que en La Primera; son la misma vaina en el fondo. Pero es notoriamente injusto que si condenaron a este Moisés a cuatro años, no debería pasar un total de seis años sin libertad. Que se reglamente ya a cuánto equivale cada día de prisión domiciliaria respecto de la efectiva (¿dos o tres por uno?).

-Aviso de servicio público: No he escrito, ni he ayudado, ni he sido el ideólogo ni el can de “El perro del hortelano”. Ya me aburrí de que me lo pregunten a cada rato, así que aquí lo dejo claro.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Recuerdo una entrevista que le realizó Beto Ortiz a Javier Valle Riestra allá por el año 2000, donde este comentaba que los delincuentes son inocentes, culpable es la sociedad, el basándose de un político francés, que no recuerdo su nombre, ni me interesa recordarlo, JVR lo dijo con tal retórica, usando un terno a medida, ¡¡¡que culto parecía¡¡¡¡, ¡¡¡que inteligente sonaba¡¡¡, comprendí que se que se puede ser tan idiota tan solo usando un buen terno y un titulo de abogado. Además que el estaba a favor de las Amnistías, porque estas evitan resentimientos, y odios. Por favor tu cometes un crimen y debes pagar por ello. El punto es que la izquierda peruana esta conformada por esta clase de “ pensadores”. Deberíamos pensar como ellos : Pobres delincuentes, culpable somos nosotros de sus actos delictivos pues mi actitud egoísta de trabajar y estudiar para salir adelante olvidándome del resto los lleva al crimen, pobres senderistas culpables soy Yo de sus asesinatos, pues no puedo hacer nada puesto , es su derecho de expresarse, su derecho a la “libertad de expresión”. LA verdad absoluta es que pagas por tu delito en la cárcel. El pensamiento de la izquierda peruana “ La cárcel reforma al delincuente”. Me pregunto cuanto daño social, político y económico nos causa la caviarada peruana.