24 febrero 2007

:: Cobrar US$100 (22/02)

Es impresionante qué duros de mollera somos los peruanos para interiorizar algunos elementos básicos de economía. Leo que el ministro de Salud Vallejos quiere elevar fuertemente el ISC a los cigarrillos. Me imagino cómo deben estar aplaudiéndolo los contrabandistas, los inmediatos beneficiados en un país de fronteras tan porosas. Si el mercado formal de cigarros se eleva, pues la gente compra “contrichi” y encima la recaudación fiscal se cae. Y veo que el presidente regional del Cusco, Hugo Gonzales Sayán (debe ser primo de Diego García Sayán y de Jaime Cáceres Sayán), ha declarado que los extranjeros deberán pagar US$100 por entrar a Machu Picchu. ¡Muy inteligente el muchacho! ¡Brillante como el sol! ¡Más que Yonhy Lescano! Eso sólo provocaría una disminución en la afluencia de turistas, tal como sucedió cuando subieron a US$100 el impuesto de salida del aeropuerto en los 80 y nadie que hacía escala en Lima se animaba a quedarse. Este genio debe saber que ingresar al complejo de Gizeh (donde están las pirámides de Keops, Kefrén y Micerino, además de la Esfinge) cuesta actualmente US$8. Y si quieres entrar al interior de la pirámide de Keops (cosa que hice y no recomiendo porque no hay nada relevante y es asfixiante), pues pagas US$20. Finalmente, si quieres quedarte en la noche y ver el espectáculo de luces y sonido (que sí recomiendo), pues pagas US$12. O sea, a todo dar te gastas US$40 allí. Y no tienes que subirte a un tren, sino que está allí nomás en los suburbios de El Cairo y frente a Europa, en el Hemisferio Norte, no en el Hemisferio Sur, en la sierra del rincón más alejado de Sudamérica, con soroche, en un país del que la mayoría de gente del Primer Mundo casi no ha oído hablar (y si ha oído alguito, es cocaína, Sendero Luminoso, Fujimori, músicos callejeros y Laura Bozzo, como lamentablemente he comprobado en persona).
Bloqueen trenes, asalten turistas, cóbrenles US$100 por entrar a Machu Picchu... Síganla cagando, mis estimados cusqueños, síganla cagando. Después se quejan. Sean más prácticos en lugar de alucinarse romanos frente al resto de peruanos y odiar/envidiar a los limeños, dejen de hacer el ridículo con esa bandera gay, de no tratar de cambiar el presente y sólo sobrevivir de recuerdos, de ruinas (y vaya uno a saber si muchos de los más chauvinistas son descendientes de los incas, que en el Perú ha habido mucho movimiento de población, guerras, etc…) y de rencores, como esos “guías de turistas” que distorsionan la historia y sólo destilan veneno contra los españoles al hablar, llegando a insolencias extremas contra los pobres peninsulares que sólo vienen a visitarnos, compartir nuestra cultura y pasar un buen rato. A esos imbéciles les he escuchado cada cosa delante de los turistas españoles que he sentido vergüenza ajena y aplaudo la paciencia de éstos, que simplemente les sonríen, compasivos...

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