02 febrero 2007

:: Muy rochoso, mi estimado Gorriti (27/01)

Por principio trato de no criticar el trabajo de un colega, pero no puedo quedarme callado cuando el tema toca al diario que dirijo. Tengo un gran respeto y estima por Gustavo Gorriti, pero su actuación el jueves en La hora N, donde está reemplazando a De Althaus, me confirmó una vez más que los caviares son una logia ideológica y generacional, y que se ayudan y protegen entre ellos hasta el punto que un tipo a menudo imparcial como Gorriti queda cegado por su caviarada. Es que su entrevista a Manuel Rodríguez Cuadros (MRC) fue un escándalo de “patera” con el aliado de caviarada, toledismo y elianismo. Se notaba a leguas que antes habían conversado harto, que le hizo “preguntas” (pues más bien eran comentarios, “soplos”, ayudas para terminar las frases y complementos) para que el otro diga lo que le convenía decir y que abdicó de inquirirle cuestiones de cajón como: 1) ¿Por qué se mudó la residencia en Ginebra justo con la llegada de Rodríguez Cuadros? (y aceptar como respuesta que la mudanza fue “por órdenes de Torre Tagle” es sólo para lanzar una carcajada, pues la Cancillería era “liderada” por su sucesor Maúrtua, de quien hasta las piedras saben que era controlado por MRC. Ya sería mucho insulto a la inteligencia que encima te diga que le impusieron cambiarse a una “jatazo”). 2) ¿Y por qué el ex canciller vino tantas veces a Lima durante su misión en Ginebra? ¿Por qué se quedaba tanto tiempo aquí y no trabajaba allá? ¿Mandaba aún aquí? 3) ¿Por qué no le preguntó por toda la gente que removió en Ginebra para colocar allí a sus allegados? ¿Es eso muy profesional? Y ojo que allí hay tela hasta personal. 4) ¿Por qué Gorriti se quedó calladito cuando MRC habló del cambio posterior de esa casa, que era evidente que lo hizo porque ya había estallado el escándalo en Lima? y 5) ¿Por qué no le preguntó por la garantía que se perdió? Etc., etc… Incluso fue demasiado obsecuente cuando cambiaron de tema y MRC se dedicó a atacar a los fujimoristas. Allí Gorriti le debió recordar a MRC que fue uno de los pilares de la gestión del canciller ultrafujimorista Augusto Blacker Miller y que sólo cayó en desgracia a su salida. También debió preguntarle por qué muchos lo culpan del desastre del “Pacto de Caballeros” con Ecuador durante la gestión del ex canciller fujimorista Torres y Torres Lara. O preguntarle por su supuesta cercanía a Humala. Pero no. Gorriti se dedicó a regalarse a MRC porque ahora parece que hay que subordinar la verdad para atacar a García (que se ha ganado las iras caviares por la ley de ONG, la pena de muerte y las críticas a la sacrosanta CIDH) y para aprovechar cualquier flanco y aliado contra Fujimori. No pues. Que lo haga de otra manera, no siendo servil con MRC. Se le vio demasiado el fustán caviar. Muy rochoso. Te despintaste, mi buen Gustavo.

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