¡Ya, voy a hacer el negocio de mi vida! Voy a comprar un Tico, que nuevecito valía como US$ 6,500. Le meto una pintadita (unos US$500 a todo meter), le pongo una sirena, unos faros y una circulina nuevas (US$1,000 a todo meter) y se lo vendo a la despistada ministra Mazzetti por, fácil, unos US$25 mil, más del triple. ¡Es que la señora tiene un ojo para los autos! Sinceramente me pregunto qué vehículo tiene y cuánto habrá pagado por él. También le recomendaría que busque en el diccionario qué significa la palabra “dignidad”.
La ayudo: “Dícese de la gravedad y decoro de las personas”.
Realmente, no entiendo cómo hasta ahora no ha renunciado después de la enmendada de plana que le ha metido el Premier, que ha desautorizado su tan defendida compra. La verdad, apena cómo ha acabado. Bueno, como toledista ministra de Salud sobrevivió increíblemente a los escándalos de los bebés muertos en las incubadoras, del niño que falleció por falta de suero para una picadura de araña y de los infectados con transfusiones con sida. Siempre sobrevive.
– Miro los números y me parece un sueño. Hemos crecido más de 8% el año pasado sin ningún desequilibrio, sin presiones inflacionarias ni escasez de dólares ni en base a deuda ni sobrecalentando la economía ni forzando la inversión pública.
Primera vez en mi vida que veo que tenemos un crecimiento tan alto y tan sano a la vez.
Y eso que hay que restarle los dos puntos que le debió quitar el susto de Humala (que congeló la inversión privada de enero hasta las elecciones) y la cicatería del anterior ministro de Economía toledista Zavala para gastar (pues frenó la inversión pública). Fácil llegábamos al 10% si no es por estos dos. Parece mentira, pero de verdad es que existen peruanos muy valiosos, porque nos cuestan tanto dinero…
– Veo que el nuevo presidente regional arequipeño Guillén (aquel que simpatizó con el violento “arequipazo”, algarada estúpida por cuatro fierros viejos que le hizo un tremendo daño económico a Arequipa) se atreve a darle un ultimátum al gobierno para que éste le entregue la administración de las compañías eléctricas Egasa y SEAL. De yo ser el Ejecutivo, sí aceptaría pero bajo una condición: que Arequipa sea desconectado del sistema eléctrico nacional. Quieren derechos, pues también tengan obligaciones. Si quieren manejar autónomos su política eléctrica y hacer lo que quieran con estas empresas, muy bien, pero luego que hagan disparate y medio no se cuelguen del resto para salvarse ni que tengamos que pagar todos sus errores. Tienen toda la oportunidad de mejorar solos el servicio y ojalá lo hagan, pero que asuman las consecuencias si es que le fallan a la gente y la Ciudad Blanca comienza a tener apagones, porque allí no vamos a estar el resto para sacarles las castañas del fuego, mandándoles energía desde el sistema nacional. ¡No, qué fácil! Si quiere bailar solo Guillén, pues hazlo solo hasta el final. No pida red si quiere jugar –insolentemente- a trapecista.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario