¿Son o se hacen? Da risa cuando uno lee o escucha a algunos decir que esta “consulta vecinal” de Majaz es un espontáneo e imparcial acto pacífico y democrático. Oigan, ¿cómo va a ser algo así un proceso fríamente diseñado y organizado por agentes externos a la comunidad local para manipularla? ¿Cómo se puede negar que estamos ante una mentirosa, totalitaria, sofisticada y bien financiada campaña de varias ONG y de curas radicales para que todos allá se crean que la minería es el diablo, donde no se ha dejado –apelando muchas veces a la violencia– que nadie disienta y donde luego se ha montado esta mascarada electoral como acto final para cerrarle definitivamente las puertas a esta inversión, con resultados de dictadura franquista? ¿O me van a venir a decir que 90% de votos a favor de determinada postura es “normal”?
¡Nos quieren vender una operación de manipulación de miedos como si se tratase de un impecable referéndum en un cantón suizo! Como daba cuenta ayer un corresponsal de El Comercio, en Ayabaca sonaba todos los días una insidiosa canción que decía “Nada con el cobre/nada con el oro/para los pobres no es solución/cuidado campesinos/este gobierno nos quiere matar”. ¡Matar! ¡Son palabras mayores! Si han hecho hasta radionovelas para lavarle la cabeza al campesinado con la noción de que cualquier cosa que venga del otro lado es automáticamente “mentira”. Las ONG detrás de esto jamás quisieron diálogo sino imponer su posición. Y se molestan porque se habla de “curas rojos”.
¿Y qué otra cosa son esos jesuitas extranjeros Revesz y Muguiro de Radio Cutivalú y Radio Marañón? ¿Curas apristas? Niegan que las ONG que están metidas en esto sean izquierdistas. Ahora resulta que los conocidos comunistas de la ONG Conacami y de la Red Muqui son centristas… Además, si se quieren realizar consultas para este tipo de cosas, pues que se hagan a nivel regional, porque el canon está en juego. Ya que esta mina es una riqueza de Piura y no únicamente de Ayabaca, pues que vote Piura entera al respecto. Y mandan cómicos e-mails diciendo qué pensaría uno si encontrasen una mina de ese tamaño al lado de su propia casa en Lima...
¡Pues feliz de la vida! ¡La tinka, el pollón! Le trataría de sacar los mayores beneficios posibles al inversionista.
Pero si algo positivo debe salir de todo esto es que ya se debe acabar cuanto antes con esa contaminación medieval en La Oroya y Pasco. Las concesiones a Doe Run y todos los que operan por allí deben ser canceladas si no solucionan eso ya, comenzando por ese desagüe infernal llamado túnel Kingsmill. Además de estar dañando a seres humanos, les dan falaces pero efectivos argumentos a estos extremistas antimineros.
Finalmente, yerra Alan García cuando se tira contra el Vaticano. Aquí el enemigo son los jesuitas…
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