1) Si Lescano y Andrade fueran menos demagogos y desinformados, en lugar de presionar por investigaciones para tratar leche ya derramada deberían exigirle a Osiptel y a la ministra Verónica Zavala que impulsen un par de medidas que abaratarían bastante las llamadas por celulares: bajar los cargos por interconexión para comunicarse entre distintas compañías (hace poco estuvo en Lima un experto español que aclaró que eran demasiado altos) y adelantar la llegada de la portabilidad numérica (la excusa para ponerla tan lejos en el tiempo era que el número de celulares aún no era tan alto para ello, pero el crecimiento ha sido tan explosivo que ya lo cubre).
Al retener tu número para siempre con la portabilidad, te puedes cambiar tranquilo de compañía sin ese problema de tener que avisarle a todo el mundo del número nuevo, lo que disuade a muchos de hacerlo. Eso presionaría a tu operador a hacerte más ofertas para que no migres. Y no me vengan a decir las compañías que no pueden invertir menos de US$20 millones para la portabilidad o advertir que no van a poder expandir más la red si lo hacen: Telefónica ha declarado un primer semestre de ingresos récord allá en Madrid. Y esto se los dice un liberal, no un rojo, un caviar o uno de esos conversos a caviares para “desfujimorizarse”.
Además, las compañías, luego del reciente colapso telefónico tras el terremoto, están con el estómago sucio como para ponerse exquisitas y negarse. Harían muy mal tanto la ministra Zavala como el jefe de Osiptel Thornberry en no concretar estas medidas.
Es que hay que usar la cabeza y no la boca, congresistas. Este diario hizo una campaña meses atrás para que le eliminen los aranceles a los aparatos celulares, dado que –por su costo– uno termina pagándolos de a pocos dentro de la factura. Felizmente los redujeron, y eso permitió en buena medida esta guerra de precios que benefició al consumidor y expandió dramáticamente la red. Por allí va cómo beneficiar al consumidor y que otros hagan penitencias.
2) El pez por la boca muere. Ya Degregori reconoció esta semana en radio IDL que las ONG hacen política como los partidos. Es que la izquierda antes se movía en tres frentes clásicos para tomar el poder: político (IU), gremial (CGTP y Sutep) y subversivo (SL y MRTA). Derrotada militarmente en el último y aplastada electoralmente en el primero (ni siquiera sacó junta el 1.5% el año pasado), sólo le queda el gremial (con una Patria Roja ya muy debilitada en el Sutep) y ahora ese nuevo frente consolidado en los 90: las ONG caviares, vehículos ideológicos de presencia y presión política, así como medios para ganarse la vida.
3) Buena persona esa actriz chilena Kenita Larraín. No sólo vino a Pisco sino que organizó una teletón allá. Mi reconocimiento.
4) Ministro Rey, a darle anchoveta a los damnificados del sur chico. A nutrir y cambiar los pésimos hábitos de consumo.
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