Si bien me parece inverosímil la afirmación presidencial respecto de que grandes transnacionales deseosas de frenar la competencia minera peruana estarían detrás de los incidentes de Majaz, sí es absolutamente cierto el aserto de que el mayor beneficiado con estas jugadas de las ONG es… Chile.
Hace no mucho Nelson Pizarro, un ex vicepresidente de la cuprífera estatal mapochina Codelco, manifestó públicamente su preocupación sobre que “Perú nos va a pasar por encima” en minería, pues ellos se encuentran básicamente explotando proyectos ya maduros en cobre –llamado “el salario de Chile”, pues representa el 40% de sus exportaciones totales–, mientras que nosotros tenemos aún muchísimos prospectos del metal rojo para explotar, como los megaproyectos de Michiquillay, Toromocho, Quellaveco, Constancia, Las Bambas, La Granja, Los Pinos y Cañariaco. Es más, un experto minero me envía un correo electrónico donde me cuenta que “Chile sólo tiene reservas de cobre para 21 años más, cuando mucho. Están trabajando al borde del cierre y sus minas están por debajo del 0.7% de ley”. Así que si Humala y su gente fueran nacionalistas de verdad (bueno, si tan sólo fueran pensantes), serían los primeros en oponerse a movimientos que precisamente benefician a quienes ellos consideran el peor de sus rivales.
Es que esto de las ONG ambientalistas ya linda con la demencia. De todas maneras, tienen la suerte de que la SNMPE debe ser uno de los gremios más inútiles de la tierra para defender sus posiciones ante el público. Los empresarios mineros no tienen voceros articulados, sus mensajes carecen de ideas-fuerza mínimas, no venden las bondades del canon que pagan, no montan radios en sus zonas para contrarrestar a las opositoras y lo único que logran transmitir es la imagen de una sarta de ricachones quejosos. Y poco los ayudan todos esos abusos de la ley laboral con las tercerizaciones y sindicatos que la ministra Pinilla ha revelado. No puede ser que Casapalca y otras mineras incumplan tanto en plena bonanza.
Tampoco los ayuda que hasta ahora no se inicie la solución de la tremenda contaminación que el túnel Kingsmill genera en la sierra central, que el Mantaro siga tan sucio o que aún funcione esa faja transportadora de minerales que llena los pulmones de muchos chalacos con el peligroso plomo. No han sido ni siquiera capaces de poner en circulación la película Mine your own business (http://www.mineyourownbusiness.org /), un documental a lo Michael Moore donde se desnuda implacablemente a estas ONG. Y se quejan de la ALBA en la Sierra pero… ¿por qué no montan ellos también consultorios ambulatorios para operar cataratas? Podrían coordinar con los rotarios, los leones, los mormones, Cáritas, Care o alguna institución así para hacerle la competencia a la ALBA en ese campo.
¿Creen que la gente pobre no va a estar agradecida con quienes los curan, sean venezolanos, cubanos o marcianos? Muchas de esas personas se molestan incluso cuando se critica a la ALBA, porque ésta las libra de penurias. ��
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