1) Apristas, vean http://www.med.govt.nz/templates/StandardSummary_181.aspx , que muestra la interesante experiencia neocelandesa en compras estatales. O la inglesa http://www.ogc.gov.uk . ¡Perfectas!
2) No creo que Alan permita que vuele otro ministro en tan poco tiempo. Transmitiría debilidad y chambonada, algo letal en la selva política. Además que el control de daños va más efectivo esta vez y el humilde Vallejos es menos torpe y terco que Mazzetti.
3) Esos 17 puntos de caída en la aprobación de Cabanillas dejan varias enseñanzas: a) El dictador Velasco aún suscita muchos odios, sobre todo en los mayores de 40 años que lo gozamos; miren el sondeo por edades y b) Debió salir simplemente a admitirlo humildemente y no negar lo evidente, ponerse gallita o soltar pachotadas. Manuel Prado fue el mejor animal político del siglo pasado. Un pituco –sin partido y con un padre discutidísimo– que llegó dos veces a la Presidencia y se mantuvo por su astucia, su “esquina” y su legendaria sonrisa. Le podías decir de todo en su cara y te soltaba una sonrisa simpatiquísima que impedía todo rechazo.
4) ¡Qué rico, tras tantos años, ver a los del SUTEP ir calladitos al colegio el 1 de marzo!
5) García está utilizando política y sistemáticamente los defectos de Toledo (impuntualidad, gastos superfluos, remuneraciones públicas muy altas, avión parrandero, consumo de alcohol, fines de semana en Punta Sal) por dos motivos: a) Como todo historicista francófilo, tiene ahora un severo concepto gaullista/mitterrandista de la Presidencia, serio, grave y hasta solemne. Le deben haber provocado repulsión las menudas costumbres toledistas (aunque él también rebaja, devalúa, hiere penosamente esa necesaria majestad cuando se pone pacharaco y se lanza a “tonear”, a “tetear” y a brincar) y b) Porque se ha dado cuenta de que la base de la tremenda impopularidad de Toledo estaba en su comportamiento disoluto, y lo contrario da réditos.
Toledo era tan tonto que la atribuía a racismo (¡cuando su aceptación era precisamente más alta en A/B! Más bien, posiblemente se daba un perverso “racismo inverso” en C/D/E) y no a su conducta y escandaletes. Con crecimiento económico, respeto de libertades y mucha mano larga para planillas (los jueces y maestros deberían amarlo), Toledo no debería haber tenido tanta reprobación. Pero al pueblo no le gusta la molicie, la frivolidad, el derroche y la concupiscencia.
6) Cae la Bolsa de Shanghai. A veces veo el imparable crecimiento chino y me acuerdo del “Súper Japón” de finales de los 80, cuando éste compraba hasta el Rockefeller Center, inundaba a EEUU de sus productos y, cual presagio, Bush padre se desmayó en las faldas del primer ministro japonés. Un trocito de terreno en el centro de Tokio del tamaño de una revista costaba US$100 mil y todos decían que pronto superaría al decadente EEUU. ¡Pum! Reventó la burbuja por sobrecalentamiento y 10 años de deflación y estancamiento. No sé. Espero equivocarme, pero las euforias y las historias fabulosas de éxito me asustan un poco. Huelen a borrachera, y hay cada resaca...
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