1) ¡Qué fariseos, tercermundistas y metiches podemos ser! Tanto lío porque unos congresistas se fueron a un club nocturno paulista. No son ángeles; son adultos libres. Tampoco son futbolistas de la selección antes de un partido. Estaban en un establecimiento privado y cerrado, fuera de horas de trabajo. No los conocía ni el gato. ¿Quién no se toma sus tragos, baila o se pega una cabeceadita? Y todos sabemos que el folclor y el vacilón de Brasil giran en torno a la samba y a mujeres semidesnudas. Cualquier problema es cuestión de sus respectivas esposas. Les habían dado US$600 de viáticos per cápita.
Habían pagado diarios US$110 de hotel, una ganga en un Brasil que es carísimo en dólares (son 2.10 reales por dólar). Como deben haber dormido allí dos noches (US$220), les quedaban entonces US$380 para tres días. O sea, unos US$125 diarios en una nación de precios europeos. Con eso comían, tomaban taxis, pagaban aeropuerto, alguna lavandería, etc… Entonces no se pueden haber metido tampoco un juergón inmenso a costa del erario (y a juzgar por las chicas que aparecen, el sitio debe haber sido bien ratifucio). ¡Bah! Habrá que ver qué cuentas rindieron, pero en todo caso el tema es totalmente nimio y privado. No afecta la imagen del Congreso. Más la dañan algunas leyes animales que presentan a veces. Por ejemplo, más obsceno me parece Negreiros con sus absurdas iniciativas laborales. En todo caso, más discutiría que vuelen cinco congresistas a un viaje sin mayor objeto –¡a una asamblea del Parlamento Latinoamericano!– a que se vayan de joda por allí una noche en el extranjero.
2) Esos brillantes cálculos de los patrulleros en La República, sin tomar en cuenta el arancel, seguro, etc., me recuerdan esa anécdota del hermano del dictador Sánchez Cerro. Este último nombró a su hermano –camionero– como jefe de Aduanas. El caballero se presentó y preguntó a los funcionarios por qué no había dinero (estábamos sufriendo la Gran Depresión). Le respondieron que la culpa era del arancel, a lo que éste retrucó: “¡Entonces quiero ver mañana a ese señor a las ocho en mi oficina!”.
3) Un amable lector amplió mis conocimientos sobre el alzamiento anticomunista del general Bobbio en julio de 1975. Me dice que el premier, general Fernández Maldonado (filocomunista), había pasado al retiro a Bobbio y éste regresó a la Escuela Militar, que dirigía. Allí cundió la indignación al saber del relevo y el coronel Villacorta ordenó que los cadetes se atrincheren. Fernández Maldonado le ordenó al general Leonidas Rodríguez (otro rojo) que reprima la insurrección, pero el general Arbulú Galliani (entonces comandante general del Ejército) le contestó que él no iba a masacrar “a sus muchachos”. Pronto la Marina y la Aviación manifestaron sus simpatías a Bobbio, amén de otras regiones militares. Eso provocó la salida de todos los militares rojos y así nos salvamos de ser otra Cuba. Vivan Villacorta y Arbulú también entonces.
3 comentarios:
De dónde eres tu?- De modo que es ser fariseo, tercermundista y metiche, aquel que le llama la atención a un inepto congresista, elegido con 5000 votos de quién sabe quién? Está mal criticar a un inútil congresista, farrero y asqueroso borracho?
Por aquella gente que piensa como tú, el Perú se encuentra en el primer lugar de los países sin valores, en el primer lugar de los países corruptos, Oye. el Perú esta catalogado como el país mas conchudo del mundo, lo que quiere decir que está poblado de conchudos.
¿sabes lo que significa eso?
No es ser mojigato, llamarle la atención a un sin vergüenza.
No es ser mojigato, cuando no produces nada y encima te la llevas enterita. ¿entendiste?
!!! Recapacita un poco ¡¡¡
Criticar a alguien en casos como este de los congresistas en una borrachera, solamente sirve para desahogar un poco el sentimiento de culpa de quien funge de crítico. La crìtica sería objetiva si se demuestra que se gastaron el billete de todos o si estuviera orientada a aconsejar un cambio de vida, mostrando lo dañino que puede ser para el cuerpo una borrachera y trasnochada, en comparacion con los beneficios de una vida temperante. En este caso, logicamente la crítica se haría con mucho afecto, demostrando preocupación sentida por las personas participantes en actos destructivos para la salud.
x dios me parece que en esto se pasaron y lo escribio un hombre borracho eso es seguro pero realmente me parece que habla demasiado sincero para esto nosotras queremos cuidar a nuestros esposo novios hijos lo que sea....
firma atentamente una mujer arrecha!!!
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