- Dios quiera que la lista que encabeza Federico Cúneo derrote al enquistado Burga en las elecciones para la Federación Peruana de Fútbol que se realizarán este viernes próximo. Están planteando no sólo recuperar prestigio, sino cambiar el actual enfoque leguleyo, abogadil, de la FPF por uno de gerencia y de gestión por resultados. Es que el fútbol ya no es sólo un deporte y un espectáculo plástico, sino también una industria masiva que lo que necesita es un enfoque estratégico para formar nuevas generaciones. Por ejemplo, Cúneo plantea volver de una vez sociedades anónimas a los clubes y acabar con el esquema actual, donde el club es de todos y de nadie a la vez, lo que genera dirigencias indeseables y corruptelas al no rendirse cuentas. Otra idea interesante suya es rescatar la Copa Perú, que fue un semillero de estrellas (“Mango” Olaechea del JCM por ejemplo) y que era un torneo que todos seguíamos antes (¿se acuerdan los muy disputados y entretenidos partidos entre el JCM de Ica, Los Aguerridos de Monsefú, el Garcilaso del Cusco, el González Prada de Surquillo, el ADT de Tarma y la UTC de Cajamarca?).
De todas formas, no puede haber nada peor que Burga. -Un amigo economista me sugería dos ideas bastante sensatas. La primera era que todo aquel dinero transferido a las regiones y municipios que no sea gastado en el plazo de un año y medio revierta automáticamente al gobierno central para que éste ya disponga de estos fondos con fines de infraestructura en la región de donde ellos provengan.
Es que no puede ser que haya tanto dinero inmovilizado por ineficiencia de gasto en un país con tantas carencias. De otro lado, esta medida servirá como acicate para que regiones y municipios se desperecen.
No hay nada mejor que la competencia y los castigos para mover cuerpos. La otra era permitir –sólo temporalmente– que los exportadores paguen sus impuestos en dólares. Es que un dólar tan bajo efectivamente ya está comenzando a mermar sus ingresos y bien vale la pena paralizar temporalmente el proceso de “solarización” para darles un poco de oxígeno. Ya el BCR anda algo abrumado por los costos financieros de estar adquiriendo –cada vez con menos fortuna– dólares para evitar que el cambio caiga más y ya el límite de inversión externo de las AFP es el adecuado. Otra medida también sería bajar aranceles, pero eso no lo sentirían los agobiados exportadores tan rápidamente. No hay que ser más papistas que el Papa.
Y hablando de temas económicos, es muy buena la iniciativa de César Zumaeta, presidente de la Comisión de Inversión, de impulsar la idea de la Cámara de Comercio de Lima para centralizar a las seis o siete autoridades (ProInversión, MEF, regulador, Consucode, Contraloría y ministerio respectivo ) que tienen que ver con inversiones públicas y que así éstas no tarden dos años en cristalizar. Es lo que se llama “one-stop shop” en la jerga de los consultores.
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