Con esto de un barril de petróleo que no cesa de subir, urge variar cuanto antes la matriz energética nacional. Es absurdo que tengamos tanto gas –tanto GLP (propano y butano) como GNV (metano)– y aún el 60% de nuestro transporte se base en el contaminante diesel importado (encima, los vehículos que lo usan no pueden reconvertirse a gas).
Esto pasa por bajarle aranceles e impuestos a los vehículos gasíferos (¡no sé qué espera Carranza!), amén de presionar al alcalde metropolitano Castañeda y a los municipios distritales para que no obstaculicen tanto la apertura de grifos de GNV, pues todavía hay muy pocos y distantes en Lima. Un conocedor me dice que el GLP es más idóneo para autos (para usar GNV allí tendrías que circular unos 140 km diarios para que justifique el cambio, el tanque ocupa mucho espacio y hay que cargar constantemente porque tiene poca autonomía), mientras que el GNV es perfecto para transporte público. El GLP cuesta la mitad que la gasolina (el tanque es chico, hay grifos por todos lados con surtidores de GLP, no tienes que recargar muy seguido y la conversión se paga rápido), mientras que el GNV te sale a la mitad del GLP aproximadamente. Es cierto que actualmente existe una pequeña brecha en la producción nacional de GLP.
Ahora mismo producimos unos 25 mil barriles diarios que el mercado local consume entero, con un pequeño déficit de dos mil barriles que durará hasta agosto del próximo año, cuando Pluspetrol termine de ampliar su planta en el lote 88-Camisea y coloque 18 mil barriles diarios más. Y eso que aún no incluimos al lote 56-Pagoreni en estos cálculos. Así que quedará bastante GLP disponible (16 mil barriles diarios) para el parque automotor. Además, su consumo doméstico (cocina) en provincias es todavía ínfimo y por allí hay mucha tela para expandirse.
Ojo que los proyectos de etanol en el norte (Maple es el más avanzado) posibilitarán que éste se use en carros gasolineros (aguanta hasta un 7% en la mezcla) o que se opte por vehículos con este combustible. Tampoco es que el panorama petrolero nacional sea malo.
El Perú consume 140 mil barriles diarios, de los cuales produce 40 mil. Resulta que es negocio el crudo pesado de la Selva a partir de los US$60 por barril, así que ahora Barrett, Repsol y Pluspetrol pueden colocar este crudo, que antes lo habían dejado enterrado por tener mucho azufre (o grados A.P.I.).
De concretarse esta ampliación en el oleoducto, un experto me comenta que Barrett y Pluspetrol añadirían unos 100 mil y 30 mil barriles diarios respectivamente, con la expectativa de que el lote de Repsol podría generar unos 150 mil barriles solo. De sobra nos autoabasteceríamos y esto sería posible alrededor del año 2010. Ahora, el petróleo es un commodity, así que los productores te lo venderían a un poco menos (restando fletes y con ciertos descuentos) que en el mercado internacional, por lo que insisto en que debemos ir al gas.
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