1) Es una pena que nos hayamos quedado al medio entre demócratas y republicanos en la ratificación del TLC y que sectores de los primeros nos quieran utilizar de caballo de Troya para meter a la OIT en la legislación yanqui de contrabando. Leo una nota del diario británico Financial Times donde se explica que los estándares laborales de EEUU son radicalmente incompatibles con la OIT porque tendrían que variarse leyes no sólo federales, sino hasta estaduales (estas últimas son variopintas, pues dependen de cada uno de los cincuenta estados). Y mencionan que, por ejemplo, los trabajos forzados –tan usuales en las prisiones gringas y que aquí deberían existir– están prohibidos por la OIT porque “no se paga el salario mínimo y son compulsivos” (bueno hijitos, se supone que el reo está solventando en algo su manutención y que no está ocioso planeando crímenes. En fin, caviaradas europeas típicas de estos organismos internacionales). O que en EEUU se permite que se contrate trabajadores permanentes para reemplazar a los que estén en huelga y que los no-sindicalizados voten también junto a los sindicalizados para establecer si se va a un paro. Todo esto choca con la OIT.
2) ¡Puf! ¡Qué difícil puede ser hacer cosas en Perú. Gente vinculada al concierto de Roger Waters me decía que no sólo los agobiantes impuestos impiden traer estrellas, sino que los trámites ante las entidades públicas son largos y farragosos, como si el empresario fuera su enemigo. Y de frente le piden que les regalen entradas para que las cosas se agilicen. También se quejaban de la falsificación de tickets, pues vendieron 14 mil con un estimado de 3 mil falsas adicionales. Y se dan absurdos como que el intérprete tenga que pagarle una patente de 10% a Apdayc por tocar temas que son suyos o cancelar un pase intersindical en un país donde el artista no labora normalmente y en donde, por ende, no está sindicalizado. También el impuesto municipal es un robo con el 15% actual, que no debería pasar de un 5%. Y ni hablar de la pesadilla que puede resultar Aduanas. Incluso, nos referían que a Waters le entusiasmaría tocar en Sacsahuamán o Machu Picchu (recuerden cómo ya hizo la inmortal “Pink Floyd en Pompeya”), lo que mostraría al Cusco ante audiencias masivas, pero el INC es tremendamente complicado. Agregan que fácilmente se podría traer a Aerosmith y The Cure este abril o a The Police en noviembre dentro de su tour mundial de reunificación, pero todo depende del ministro Carranza y de sus benditos impuestos, lo que puede racionalizar fácilmente ahora que tiene atribuciones tributarias delegadas.
Que se aprenda del presidente uruguayo Tabaré Vázquez, un hombre de izquierdas, que incluso exoneró de impuestos a los Rolling Stones para que Montevideo pueda gozar de éstos. Que Carranza no sea el perro del hortelano, como sus antecesores.
4 comentarios:
mas bien, aldo mariategui sintio a waters como un caballo de troya de la izquierda caviar y se mordió la lengua!!! jiji
Me da risa ver como este tarado no se percata que la economia peruana se decide fuera de nuestro pais... Y luego acusa de los izquierdistas de "alucinados" o "revoltosos".
Basta con leer un texto de este imbecil para darse cuenta que lo que dice la izquierda es cierto.
callen terrucos, por que mejor no se van a suecia
jaja, ahora si uno critica a aldito, es terruco
cuando no, liberales y fujimoristas: el mismo argumento cojudo
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