-Sería interesante que el Ministerio de Educación imitase una iniciativa que se está aplicando en Nueva York para estimular a los escolares a sacar buenas notas. Allá se está regalando celulares a los mejores alumnos del mes y se les continúa premiando mensualmente con minutos libres conforme sigan manteniendo un buen rendimiento académico. La única restricción es que los aparatos están bloqueados para que no funcionen durante las horas de clase.
-Propongo una meta olímpica realista para el gobierno: que el vóley vuelva a ser el orgullo peruano de nuestros deportes. Esa meta ya se logró años atrás y hasta conseguimos una medalla de plata, así que imposible no es. Comencemos a preparar a nuestro equipo femenino de vóley para las próximas Olimpiadas del 2012, en Londres, trayendo entrenadores asiáticos –tal como se hizo con Akira Kato y Man Bok Park–, con un apoyo económico efectivo del Estado y de la empresa privada.
-Hubiera sido bueno que la linda congresista Luciana León le haya dado una leidita a la Constitución antes de criticar demagógicamente por inconstitucional el proyecto de Martha Hildebrandt referido a que los escolares que provengan de colegios privados paguen parte de su educación en universidades públicas.
El artículo 17 de nuestra Carta Magna de 1993 reza exactamente: “La educación inicial, primaria y secundaria son obligatorias. En las instituciones del Estado, la educación es gratuita. En las universidades públicas, el Estado garantiza el derecho a educarse gratuitamente a los alumnos que mantengan un rendimiento satisfactorio y no cuenten con los recursos económicos necesarios para cubrir los costos de educación (...)”.
Ojo, educación gratis para quienes saquen buenas notas y no tengan recursos, no para vagos –como esos rojos que se quedan eternamente haciendo politiquería en las universidades– ni para gente pudiente.
-Jaime de Althaus menciona ayer en su columna que una de las razones de esta reducción de la pobreza es que se han vuelto a hacer obras públicas tras el abandono de éstas durante el toledismo (salvo las interoceánicas al final de su periodo). Eso es efectivamente cierto (aunque, claro que la caja fiscal está mucho más holgada ahora), pues a pesar del fuerte crecimiento del presupuesto del 2001 al 2006, en aquel entonces se optó por restringir el gasto de inversión (como también el mantenimiento del equipo militar) para más bien incrementar el gasto corriente (aumentos de sueldos para burócratas, profesores, etc.). Los maestros públicos deberían adorar a Toledo, que les duplicó sus remuneraciones.
Y un detalle que podría incluso aumentar esta reducción de la pobreza es que se ha usado como base el censo de 1993, época en que el sector rural era mucho más grande que ahora. Cuando el último censo esté listo (se están demorando una eternidad en procesarlo), no se asombren si este 5% incluso se reduce un poco más.
-A ver si la “U”, que ha salido por fin del Gordo González, opta por el camino más sensato y se vuelve una sociedad anónima. Su arcaico esquema actual no la va a llevar a ningún lado. Lo mismo para Alianza Lima y el resto de equipos.
-¿Cuándo sale el bono de chatarreo?
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