- ¡Ay con los caviares! Con razón sacan esas votaciones de 0.5% con ese pésimo olfato político que tienen. Primero, no cesan de pedir que el Canal 7 transmita ininterrumpidamente el juicio a Fujimori cuando eso lo levantaría tremendamente en provincias y ahora se les ocurre tratar de retirar a Nakazaki de su defensa por un tema baladí. Con eso no hacen más que caer en su juego de que todo no es más que una persecución, una venganza política y lo victimizan. Dicho sea de paso, tengo mis serias dudas de que esa lesión en la lengua sea muy seria, pero hay que darle el mejor tratamiento y evitar que quede como Leguía, que el maltrato penal a éste lo santificó.
-Pero peor que los caviares son otros dos especímenes análogos: los fujicaviares, gente que trabajó con el fujimorismo y ahora abominan de él para pasar piola ante los ojos de los “progres”, y los seudoliberales metidos a caviares, también con el propósito de ser bien vistos por la caviarada. De esta última estirpe proviene Beatriz Merino, aquella que pareció prometer tanto con Libertad y que luego fue un bluff de Premier.
La última de las suyas ha sido que la Defensoría del Pueblo –lugar infestado de caviares– se tire con todo contra esta última norma que busca favorecer que las comunidades campesinas, fósiles coloniales que mantienen a millones de peruanos en la miseria, entren al mercado.
Ya anunció que se va a ir hasta el TC. ¡El virrey Toledo y el dictador Velasco estarían muy orgullosos de ella!
- Esto de que las empresas contratantes sean solidarias con las services no es más que una suerte de privatización de las funciones del Ministerio de Trabajo. En lugar de que éste controle los abusos que allí suelen darse, le sopla la responsabilidad al contratante para que éste sea fiscalizador. ¡Gran pendejada del Estado, que siempre exige derechos pero evade eternamente sus obligaciones! Pero muchísimo más me preocupan las dos barbaridades que Negreiros está tratando de empujar desde ese lisérgico Parque de las Leyendas que es la Comisión de Trabajo. Esa negociación portuaria por ramas y el fin del régimen especial laboral para exportaciones pueden tirarse abajo nuestro comercio exterior. Lo otro es baladí al lado.
- Leo que el ideólogo humalista y ex máximo consejero paniagüista Beto Adrianzén se opone al voto voluntario. Lógico, si eso evitaría que aparezcan movimientos como los de su amado Ollanta, amén que debe de gustarle que tengamos congresistas de la gran calidad intelectual y humana de Yaneth Cajahuanca y Miró Ruiz. Lo más gracioso es que posiblemente mantener el voto obligatorio termine colocando a Keiko de presidenta el 2011 y allí sí quiero ver qué dice. ¿Bueno, acaso los rojos no colaboraron muchísimo para que Alberto Fujimori sea presidente en 1990?
- No seamos tampoco tan triunfalistas con esto del retroceso de la pobreza. Eso no es definitivo, hay que consolidarlo con reformas porque si no ésta puede volver a devorar todo lo avanzado.
-De ahora en adelante voy a acabar mi columnas con esta pregunta: ¿Carranza, cuándo sale el bono de chatarreo?
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