13 noviembre 2006

:: De Waters para Carranza

Columna Diario Correo
Lunes, 13 de noviembre de 2006
Por Aldo Mariátegui

Me entero de que Roger Waters, ex vocalista de Pink Floyd, vendría a Lima y me entusiasmo sobremanera. Es verdad que hace tiempo que esta banda no produce, pero tiene tanta importancia en el panorama musical del siglo XX que esta visita sería trascendental (¿se acuerdan cómo el maldito de Velasco no dejó tocar a Santana en su apogeo?). Es que realmente algo se tiene que hacer para que Lima sea una plaza atractiva para traer artistas interesantes y no basura como RBD. Es más, el presidente uruguayo Tabaré Vázquez, un hombre de izquierda, exoneró de impuestos a The Rolling Stones a fin de que éstos puedan tocar en Montevideo.
Recientemente, nuestra editora de Espectáculos, Giovanna Rubina, escribió un excelente artículo al respecto, que transcribo para que Carranza y sus chicos del MEF se den una idea de cómo, junto a otros mercantilistas, actúan como el perro del hortelano, aquel que no comía ni dejaba comer: “¿Sabía usted que un empresario local tuvo la opción de traer a las legendarias bandas The Rolling Stones y U2 al Perú, pero no pudo porque los auspiciadores estaban más interesados en Shakira, Daddy Yankee o RBD? ¿Sabía que ese mismo empresario vislumbró la posibilidad de negociar con el famoso guitarrista Eric Clapton para que toque en Lima, pero lo desalentó la falta de apoyo de parte de las grandes corporaciones? ¿No le da coraje saber que una megaestrella puede cruzar el charco para cantar y/o tocar en plazas como México, Brasil, Argentina y Chile, excepto la nuestra? (...) Partimos, entonces, de un problema de cultura musical, que no es el único(...) Los impuestos devoran, en trámites de permisos y licencias, las ganancias que ansían obtener. Si pones a 100 dólares la entrada, le deduces el 19% de la Sunat, el 15% de la municipalidad y el 10% de APDAYC (por derechos de autor), te quedan US$56. De ese monto, descuéntale el pago por expediente del INC, el del Sindicato de Músicos, la autorización por fonogramas (o pistas) de la Asociación Nacional de Intérpretes y Ejecutantes (ANAIE), y el pase intersindical otorgado por el Sindicato de Autores e Intérpretes del Perú (SAIP). Súmale lo que le pagas al artista, los pasajes aéreos, las visas, la carga del equipaje, su seguridad, el transporte, el hotel, la comida, el local, etc. (...) Se invierte para pagar a medio mundo, cuando debería ser canalizado por una sola entidad que, de paso, supervise el buen uso de estos impuestos (...) un grupo musical de 12 mil a 15 mil dólares te termina costando 45 mil (...) Serenazgo ni se asoma (a cuidar) o corres el riesgo de que éstos vayan al concierto para exigirte que bajes el volumen, aunque se supone que es un local de eventos preparado para ello (lo que pasó con el concierto de Uriah Heep). Más que un acto heroico, hacer empresa (musical) aquí parece ser una provocación suicida”.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Por fin comenta algo atinado el taradito este.

Alditus dijo...

Amauta
Yo sólo he borrado el que me dijiste que borrara porque habías pinchado dos veces y el que me decías que habías pinchado dos veces. Ningun otro. Lo que si te pediría es que en las discusiones tengamos más altura de mira y no caigamos en descalificaciones.

Gracias

Anónimo dijo...

Entendido, no te preocupes, asi sera.

Saludos