Columna Correo Perú
Lunes 6 de noviembre de 2006
Por Aldo Mariátegui
Escucho el “razonamiento” de Yonhy (¿se escribe así o es befa?) Lescano sobre el porqué los inversionistas transnacionales deberían ienscribirse en un registro similar al que se ha planteado para las ONG y pienso que Cantinflas ha resucitado. Me reiría si en verdad no fuese para llorar, pues está en el Congreso con mis impuestos y usando esa onerosa tribuna para decir la primera insensatez que se le viene a la cabeza. Cuando fallezca, sugiero que legue su cerebro a la U. de Princeton, donde está el de Einstein.
Es que es una pena que cualquiera pueda llegar al Legislativo. La ignorancia, el peor enemigo nacional, se refleja en el voto. Y se supone que este señor se ha especializado en el tema telefónico (es su caballito de batalla, como antes Manuel Lajo con la lata de leche Gloria o, muchísimo antes, Alfonso Benavides Correa con la IPC y Héctor Vargas Haya con el contrabando), pero hace muy poco no supo contestar qué era el factor de productividad en el programa de Rosa María Palacios. Se lo preguntaron –las conté– cincos veces seguidas y respondía evasivas demagógicas para ocultar su ignorancia. No tenía ni idea de lo que constituye un elemento central de ese debate. Los Lescanos, Humalas y otros reafirman mi creencia en el voto voluntario (además de un largo proceso de mejora educativa). Así no votará tanto desinformado. Es que no necesitamos bicameralidad para que haya más comechados, los partidos tengan más prebendas que repartir y los aventureros más apetitosas curules que buscar, sino voto voluntario (por eso en Colombia eligen mejores presidentes y congresistas que en el resto de la región) y legisladores por circunscripciones (como Chile. Esa es una de las razones por las que allá tienen el mejor Congreso de la zona) o, en todo caso, regresar al distrito electoral único (DEU).
Paniagua cambió demagógicamente a este último por el distrito electoral múltiple y empeoró dramáticamente el asunto. Hizo un daño terrible. Miren nomás lo que ingresó con Perú Posible y ahora con el humalismo. De pena. Es cierto que el DEU refuerza el centralismo, pero de hecho entra gente más capacitada, guste o no esta verdad. Es antipático, costeñito y reaccionario, pero es la triste realidad: hay muy poca gente preparada en el interior. No es que en Lima o en las grandes ciudades costeñas sobren los talentos (miren a Abugattás y Mekler), pero se presentan candidatos algo mejores y el elector está mucho más informado. Además, la poblada Lima ya está “sub-representada” electoralmente en estos momentos y le corresponden unos cuatro congresistas más por lo menos. Es que es absurdo que obliguen a votar en pleno siglo XXI. Voto voluntario ya.
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