He leído unas recientes declaraciones con respecto al agua del nuevo ministro de Agricultura, Ismael Benavides, que me mueven a preocupación. Percibo que Benavides no siente mucho la urgencia (o no quiere complicarse la vida) de una Ley de Aguas, cuando más bien –ya se ve en Ica– éste va a ser el problema agrícola del futuro y la gente tiene que comenzar a entender que tiene mucho valor en un desierto, que no podemos seguir desperdiciándola tontamente sembrando arroz en la Costa o regando por inundación cuando el goteo es más necesario que nunca. Le recomiendo a Benavides que abra http://economist.com/displayStory.cfm?story_id=9071007 y lea el informe “The big dry” de The Economist para que comprenda cómo a Australia se le ha ido este problema de las manos en su cuenca del Murray-Darling por desperdicio y salinización. La falta de agua le cuesta un punto anual del PBI. Por eso ha creado la Autoridad del Murray y tomado draconianas medidas para volver más eficaz su uso, haciéndole sentir a los granjeros que es un recurso que cuesta dinero.
Así como el agua, Benavides debe concentrarse en unos cuantos pero provechosos temas. Lo que más llama la atención ahora en la Costa es la posibilidad de exportar etanol y precisamente mañana 4 de junio se va a dar un gigantesco evento al respecto en Sao Paulo (ver http://www.ethanolsummit.com/), al que Benavides o Rafael Rey deberían haber asistido de cajón. Los japoneses le han ofrecido a Brasil un gigantesco contrato para adquirir tres mil millones de litros, como pueden verlo en el WSJ ( http://independent.typepad.com/elindependent/2007/04/con_la_mira_en_.html ), así que nosotros deberíamos –estamos más cerca de Japón– intentar colarnos en esa transacción.
De la Costa y el etanol, Benavides, sin chocar con Sierra Exportadora, debe pasar a la región andina. Allí la canola se ve como algo realmente interesante para ser lo que fue el espárrago en la Costa: la locomotora. Esta planta crece en condiciones muy difíciles, no es delicada para transportar y es la tercera productora de aceites en ser transada en el planeta. También genera biodiesel.
Y de allí a la Selva. Primero tiene que convencer a Verónica Zavala para que construya vías que permitan sacar rápido las cosechas de palma aceitera. Y a trabajar mucho más el café, nuestra principal agroexportación. El café peruano tiene muchos defectos de calidad porque no está homologado. Allí hay que trabajar mucho, tal como lo hecho Vietnam. Este país era el productor número 31 del mundo en 1987 y ahora es el segundo, pasando de cinco mil toneladas a las 800 mil actuales. Eso ha generado una cantidad increíble de trabajo y divisas (ver http://www.ineedcoffee.com/02/04/vietnam/).
Pero el agua y su uso racional es lo más importante, y mucho me temo que Benavides no la ve por allí. El cambio climático nos va a hacer puré por falta de previsión y por derrochadores.
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