18 junio 2007

:: ¡Regresan los zombis! (16/06)

- No hay nada que hacer que el hombre es el único ser que se tropieza dos veces con la misma piedra. Uno pensaba hasta hace poco que este Congreso era mejor que el anterior, pero ya se le está saliendo el pelo. A las corruptelas o metidas de pata continuas ahora se le suman las burradas.
¿Cómo pueden haber resucitado al Banco Agrario, por Dios, un ente donde se dilapidó tanta plata en los 80? Encima, “Desunidad Limeña” (la extinta “Unidad Nacional”) sólo se abstuvo en lugar de oponerse a rajatabla.
“Ya, radical –me dirán–, no exageres. No es una propuesta tan amplia (sólo el 25%), no se darán tasas subsidiadas y ahora habrá más cuidado, lo prometemos”. No, ya le abrieron la puerta a esto otra vez y ya no sabemos hasta dónde puede llegar. No se quiere entender que el problema no es de crédito sino estructural, que el enemigo es el minifundio (creación del segundo belaundismo cuando se permitió la parcelación creyendo que así se revertía la Reforma Agraria). Préstale dinero a un minifundista papero de cinco hectáreas y éste no te va a devolver la plata, porque apenas saca para el té.
No les llamen “préstamos” sino “donaciones”; sinceren el lenguaje por lo menos. Conveagro exige que Agrobanco funcione como banco de primer piso. ¡Entonces habría que exigirle a ellos que depositen sus ahorros allí para colaborar con los préstamos! - ¡Qué bueno que el paro de anteayer del Sutep fuera tan desastroso! Ni se sintió. Ya ni pintan. Si bien esta bacteria sigue viva, todo indica que felizmente va camino a su extinción. Pero hay que evitar bajar la guardia y tener mucho cuidado con su cepa más virulenta, que es la del radical Huaynalaya.
En cuanto a la nueva ley del maestro aprobada en comisiones, ésta aún debe pulirse más. Me da la impresión que Cabanillas ha metido la mano para apoyar a sus bases magisteriales. Es extraño que se les dé posibilidades de ser auxiliares a los jalados o que se tenga la generosidad de recién separar a los inútiles a la tercera prueba. Debería ser a la segunda y siendo generosos. ¿Qué corona tienen para nosotros tener que aguantar brutos como profesores?
También se extraña que no se les dé más poderes a los directores y que los profesionales no puedan acceder a la carrera. Pero lo que más preocupa es que se le deja aún cierto margen al Sutep en la evaluación para contratar docentes.
¡No! ¡Fuera! El sindicato no tiene por qué tener vela en ese entierro. Además, eso les da poder, les genera clientelaje para que los agradecidos voten por ellos. No, a la bacteria hay que meterle todo el antibiótico posible para eliminarla. Toda enfermedad mal curada puede ser muy peligrosa. Muy bien dijo Martha Hildebrandt: “Delenda est SUTEP” (“El Sutep debe ser destruido”), parafraseando al romano Catón “el censor” cuando hablaba sobre su enemiga Cartago.

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