Mary Anastasia O’Grady es una influyente periodista estadounidense de The Wall Street Journal (WSJ) a la que tuve el gusto de conocer recientemente en Lima durante un evento realizado por el Instituto Cato. Mary –poseedora de un muy buen castellano y que no tiene nada de la típica gringa ingenua frente al Tercer Mundo– es integrante del comité editorial del WSJ y escribe la sumamente influyente columna “The Americas” cada lunes, que ayer precisamente dedicó a lo sucedido recientemente en nuestro país. Como lamentablemente no puedo transcribir por razones de espacio toda su columna (llamada “Amigos del terror en el Perú”, que puede leer en http://online.wsj.com/article/SB120934263440048541.html?mod=todays_columnists, amén de un video donde ella expone lo reportado), copio a continuación algunos fragmentos de la misma para que juzguen cómo se ha visto esto allá.
Advertencia previa: Una de sus fuentes es el congresista fujimorista Sousa, a quien no conozco para nada y quien le comenta su fundada convicción de que el chavismo opera a través de tres patas: su petrodiplomacia, las Casas de la ALBA y la Coordinadora Continental Bolivariana. Adelanto esto porque no va a faltar el idiota que pueda vincularme a su tendencia política, de la cual ando muy alejado, sólo por publicar estas líneas. Bueno, son capaces de decir que Mary es fujimorista... Ahí va:
“La votación del jueves del Parlamento Europeo para sacar al grupo guerrillero peruano conocido como el MRTA de su lista de terroristas ha causado una ola de indignación en el Perú por una buena razón: el MRTA se hizo notorio por secuestrar, torturar y asesinar civiles para impulsar su agenda política. Recientemente, funcionarios peruanos lo han vinculado al ‘Movimiento Bolivariano’ de Hugo Chávez, que busca desestabilizar a las democracias latinoamericanas, y al grupo rebelde colombiano FARC”.
“La decisión europea es demencial. Pero también instructiva, pues muestra cómo los terroristas pueden impulsar sus causas con la ayuda de las ONG. Bajo membretes como la defensa de los ‘Derechos Humanos’, las ONG que comparten la ideología de la extrema izquierda bregan diariamente en el Perú, tratando de legitimizar a sus compinches, quienes tras bambalinas continúan su lucha armada. El truco es que estas ONG son a menudo financiadas por gobiernos extranjeros y filántropos”.
“Mientras tanto, el trabajo de otras ONG financiadas por el extranjero en interés de organizaciones terroristas justifican una atención urgente. Tomen al grupo peruano de ‘Derechos Humanos’ Aprodeh, quien laboró en Europa para quitar al MRTA de la lista de terrorismo, a pesar de que Perú aún lo considera una grave amenaza a su seguridad”. “No se asombren de que el término ONG se haya vuelto una mala palabra en el Perú. En una entrevista hecha en Lima la semana pasada, el presidente Alan García me dijo que las ONG ‘anticapitalistas’ financiadas por extranjeros también juegan un rol importante en bloquear el desarrollo. ‘Es algo que me asombra’, me comentó”.
“A mí también. Especialmente considerando el hecho de que las víctimas de la pobreza y la violencia que su agenda producen son los más vulnerables del Perú”.
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