Ojo con lo que está sucediendo en Chile y Paraguay. Ayer la nueva mayoría parlamentaria chilena (una coalición eventual conformada por la derecha y un grupo de democristianos disidentes de la gobernante Concertación) forzó la salida de la ministra de Educación de Bachelet. Esto no había sucedido en los casi 20 años que tiene de vuelta la democracia en Chile y le augura tiempos cada vez más difíciles a la gobernante mapochina. Es que desde que no pudo manejar una huelga de escolares, Bachelet dejó la sensación de que el cargo le quedaba grande, amén que ya murió el longevo Pinochet (que servía de aglutinante a la oposición) y la DC se ha dado cuenta de que en cada elección disminuye conforme crecen los socialistas a sus expensas. Parece que el sueño de Piñera de forjar una coalición con la DC para los próximos comicios no es remoto. De otro lado, Bachelet, como Alan, también está tratando de aliviar los efectos de la inflación sobre los pobres extremos. Allá se ha apostado por un bono extraordinario y único, equivalente a US$43, a más de un millón de familias. Lo malo de entregar dinero sin controles es que eso se puede ir a vicios antes que a alimentos. En fin.
En cuanto a Paraguay, el favorito para las elecciones de mañana es un cura apellidado Lugo, peleado a muerte con el Papa (está suspendido) por estar vinculado a la izquierdista Teología de la Liberación, esa curiosa “poesía” de nuestro cura local Gustavo Gutiérrez que mezcla la salvación extraterrenal del cristianismo con un dogma ateo que te ofrecía el paraíso en la Tierra. ¡Galimatías! ¿Otro país más para Chávez con esta especie de cura Arana? Porque Lugo no es un moderado tipo el uruguayo Tabaré Vázquez, el brasileño Lula o la chilena Bachelet. Se podría ubicar incluso a la izquierda de la argentina Cristina Kirchner, más cerca de Evo. Pero el longevo –¡60 años en el poder!– Partido Colorado tiene una maquinaria política impresionante y le puede ganar en mesa si los resultados son muy ajustados (como el APRA aquí dos veces a UN en sendas primeras vueltas), pues no anda muy lejos de él en los sondeos. Y así como los gringos perdieron la base de Manta con el triunfo de Correa, seguramente Lugo cerrará su desértica base de Estigarribia, que puede albergar a miles de marines, con una pista inmensa idónea hasta para bombarderos B-52.
-Los arequipeños exigen que se continúe Majes. Pero... ¿para qué? ¿Para que siembren alfalfa (80% de sus cultivos)? Esas 15 mil hectáreas nos costaron mil millones de dólares de los 80s (multiplíquenlos por tres por lo menos) a todos para generar tan sólo 33 mil puestos de trabajo. Como en Chavimochic, que genera valiosas divisas por la agroexportación, por lo menos que en Majes se siembren cultivos exportables o, mejor aún, cereales como trigo y maíz o soya, girasol y canola (para aceites) para ahorrar dólares y aguantar algo los vaivenes de los precios de estos alimentos claves. ¿Pero gastar esa millonada en sembrar alfalfa para las vacas?
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