Columna Diario Correo
Martes 14 de noviembre de 2006
Por Aldo Mariátegui
Estaría muy equivocado Alan García si cree que el TLC ya no es posible en lo que queda de esta legislatura gringa dominada por los republicanos y que ahora sólo resta esperar a los demócratas en enero para sentarnos a negociar. No, olvídense de que vamos a tener TLC con los demócratas. Salvo una minoría, ellos no creen en el libre comercio y no nos van a dar el TLC de aquí a julio (cuando expira el “fast track” otorgado a Bush) y luego dejarán languidecer el tema. El demócrata Rangel nos está tonteando con eso de la cuestión laboral. Seguramente nos extenderán el ATPDEA (para felicidad de nuestros caviares, mercantilistas, proteccionistas y rojos internos), pero esas facilidades no son tan amplias como un TLC y además están condicionadas a que te portes siempre como ellos quieran, mientras que el TLC es un tratado vinculante que no te pueden quitar. Que García no caiga en ese mismo sopor complaciente en el que cayó Fujimori con la Shell en 1998, quien apostó que esta petrolera de todas maneras iba a firmar Camisea porque tenía US$300 millones ya invertidos en el campo. Le metieron una patada en el fundillo y le dijeron que se quede nomás con esas instalaciones, que para ellos ese monto era un sencillo. Si García quiere pasar a la historia como un estadista y competir con Chile como afirma, pues tiene sí o sí que conseguir ese TLC, esa membresía de la cual sólo goza Chile en la zona y que le da un valor agregado que no podremos alcanzar si el TLC se nos cierra. ¡No seamos tan mediocres de conformarnos con el ATPDEA! García debe encabezar todas las gestiones, sean personales, telefónicas o por videoconferencia. Que no se ahueve. Que mire nomás cómo se está moviendo Uribe. ¿Qué hace García sentado en Lima ocupándose de la muy insignificante política menuda local de los Lescanos, Humalas, Benedictos y etcéteras cuando el tratado comercial más importante de nuestra historia peligra? Que visite –o cuando menos incordie cual tábano- a Bush, a políticos, senadores y congresistas claves, a gremios gringos simpatizantes, que otorgue entrevistas al New York Times, Washington Post, The Washington Times, a Bloomberg, a la CNN, a Fox News (¿no tiene estrategia de prensa allá?).
No hay peor gestión que la que no se hace y no creo que García quiera pasar a la historia como el hombre que perdió el TLC, el típico “presidente casi” peruano; esos que “casi lo lograron” sobran en nuestra historia. García siempre menciona las palabras “grandeza” e “historia”. ¡Esté pues a la altura de las circunstancias! A moverse, que es mejor perder por exceso que por inacción. Vaya a Washington y trate de regresar con el TLC, que ni en la guerra ni en la política existen sustitutos para el éxito y la historia no perdona.
1 comentario:
Estamos de acuerdo a que Alan García debe, al igual que su homólogo Uribe haga un último gran esfuerzo para que se apruebe el TLC antes del cambio del Congreso el próximo año.
Publicar un comentario