En nuestro país, cada cosa que uno ve es más disparatada que la otra. Se da un espantoso pleito familiar y unos congresistas tratan de meter sus narices. Oigan, ubíquense, no les pagamos para que se ocupen de temas entre particulares que ya se ventilan judicialmente. Sus labores primordiales son legislar y fiscalizar, no ser valedores de nadie, no tienen por qué inmiscuirse en líos familiares entre particulares, esos son temas periféricos para ellos, no son de su competencia pues pertenecen al ámbito privado.
¿Mañana van a intervenir en divorcios o en peleas callejeras? ¿Se van a oponer a matrimonios ante el cura cuando se los pida una de las partes? ¿Van a gestionar las pensiones de un hijo extramatrimonial de algún futbolista? ¿Van a ir a reclamar a los talleres si el auto de un parroquiano está mal arreglado? ¿Van a dirimir entre vecinos por paredes medianeras? ¿Van a ser árbitros en accidentes automovilísticos? ¿Van a dirigir el tráfico el día de Santa Rosa en lugar de los scouts?
¿Cómo se les ocurre una sandez semejante? ¿No se dan cuenta de lo tremendamente desatinada, lo fuera de foco que es esa iniciativa? ¿No tienen un asesor o un amigo misericordioso que les diga que están haciendo un ridículo espantoso, patético, que están devaluando aún más el cargo? Es que el congresista Mekler es increíble a veces, sale con cada cosa... Parece que tuviera el criterio de un niño de 11 años con disparates como éste. A veces lo escucho y me estremezco ante tanta falta de sindéresis. Bueno, si es humalista... Es que para seguir a un líder tan limitado... Pero qué mal deja a la comunidad judía, de donde suele salir gente bastante inteligente, hasta genios como el físico Barton Zwiebach. Mis brillantes columnistas León Trahtemberg y Pepe Chlimper deben tener una tremenda vergüenza ajena con las pachotadas de este señor. A ver si alguien en su colonia tiene algo de piedad y lo orienta un poco, de repente algún sabio rabino nos hace esa gauchada. No vaya a terminar bailando donde Gisela o algo así (aunque Xavier Barrón solía ir a programas cómicos y Valle-Riestra se besaba con Monique Pardo...). Pensé que con la actuación de David Waisman como vicepresidente de Toledo (salvó de la vacancia al “error estadístico de Cabana”, porque en el Congreso se asustaron de que éste termine de presidente y haga barbaridades. Fue el mejor seguro de Pachacútec II, pues Raúl Diez Canseco perdió increíblemente su oportunidad por su chiquillada y nadie en sus sanos cabales hubiera apoyado a Waisman para que dirija al país) había sido suficiente con las cosas absurdas y destempladas que hablaba, pero veo que siempre hay uno peor. ¿Quién de la colonia judía tomará la antorcha de Waisman y Mekler en el 2011? ¡Cómo se deterioró la cosa tras la buena gestión pública del correcto Efraín Goldemberg –al que un excesivo furor político quiso linchar judicialmente– en los 90!
Por favor, que la participación de esa meritoria colonia en la política local mejore. Queremos The Economist, no MAD.
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