Autogoles y goles fallados (14/08)

Algo debe andar mal en Palacio cuando se observan metidas de pata increíbles como hacer allí una pachanga chicha en vísperas del aniversario del sismo en Ica o emitir un comunicado donde se niega de manera contundente la asistencia a un popular concurso de baile en la tv, como si éste fuera una fiesta de narcos que apestase. Lo primero no debió darse porque estamos de luto o en todo caso postergarse una semana. En cuanto a lo de Gisela, allí lo sabio era asistir y no bailar (porque la investidura presidencial no está para eso), pero sí podía ayudar a algún desvalido a cumplir sus sueños y soltarle algunas palabritas de aliento. Ese tipo de acciones humanas son las que acercan al gobernante a su pueblo. Aparte del factor de socorrer al prójimo, sorprende que se pierda esa oportunidad en uno de los programas más vistos actualmente de la tv, más aún con las últimas encuestas. Perdió una gran ocasión, como bien me comenta un sagaz amigo, de aparecer como servicial y humilde, como que no levita sobre el resto. García no es De Gaulle ni Mi-tterrand y esto no es Francia. Allá gustarán los gobernantes aislados, intelectuales, solemnes y fríos, de soberbia imperial, pero aquí repelen. Manuel Prado era un pituco pero un gran populachero, que se puso su uniforme de teniente cuando estalló la guerra con Ecuador y era un campeón como besucón de masas. Belaunde era muy señorial, pero tenía un encanto especial, a lo Chabuca Granda, que lo acercaba al pueblo. A FBT de todo se le puede criticar, menos de elitista y distante. No sé si Alan quiere imitar inconscientemente a Haya –quienes conocieron al viejo león me dicen que García es igualito a él en sus gestos–, pero que no lo haga en ese aspecto, pues Haya podía ser muy olímpico y hasta prepotente (imponía silencio en el partido sólo con una mirada. Me cuentan que una vez le tiró un libro al suelo a León de Vivero, del cual éste era autor, espetándole: Esto se cae de las manos, no se puede leer), pero eran otras épocas. Además, Haya también podía ser muy sentimental en público, era muy caritativo, tierno y desprendido y gozaba de ese señorial encanto de señor, de caballero antiguo que mencioné líneas arriba en FBT, amén que años de persecución te hacían ganar un pedestal. E insisto, tampoco es una buena idea que el Mandatario engorde tanto justo cuando suben los precios de los alimentos. Parece baladí, pero le hace mella. Debe tener en cuenta que muchos votaron por él porque no les quedaba otra, así que debe ganarse esforzadamente el amor en un matrimonio electoral que nació arreglado. Analizándolo en frío, su gobierno es similar al de Bachelet y ésta anda con un honroso 44% de aprobación, los que deberían ser sus números y que lo serán si revierte este proceso de toledización personal, además de otras medidas de gobierno (eso de Mirko Lauer de que ya no tiene posibilidades de remontar más que un disparate es una maldad). Pero lo que más me preocupa de la encuesta es la caída de los candidatos democráticos y la fuerte emergencia de Keiko y Humala. Como bien advirtió el sabio humorista Heduardo hace poco... ¡No vaya a terminar Keiko como el mal menor!