17 octubre 2008

Un Chucky sindical (06/10)

El aspirante y duro señor Mario Huamán y sus aliados (SUTEP, Frentes Regionales) han decidido lanzar una narcótica ofensiva en toda la línea contra el gobierno, armando paros y marchas por doquier. Por supuesto que a él le importa una hoja de coca que en estos momentos esté por venir una fuerte crisis global y que lo sensato sería colaborar a que no se descarrile el tren. Más bien él desea que todo se vaya a la poza para intentar jalar votos y tener la ilusión de que el marxismo le está cobrando la revancha a la Caída del Muro. Aconsejado por un ser tan nefasto como Javier 0.5% Canseco, Huamán alucina en un sueño de opio que es el Evo Morales peruano y que fácilmente puede quitarle su protagonismo electoral a Ollanta Humala. Me parece que eso es un vuelo de LSD. Primero, su consejero ha demostrado varias veces que es un desastre en intuir el humor popular. Sirve para meter veneno nomás. Segundo, Huamán no tiene el indiscutible carisma de Humala. Personalmente, no sé qué le ve de bueno la gente que vota por él, pero es palpable que genera una empatía notoria. Además, esa revelación de que Huamán se habría cargado a su cuñado con la cabeza llena de cocaína y alcohol lo ha dejado por los suelos ante la opinión pública. Finalmente, Huamán, aunque lo quiera, no posee esa fuerte base social cocalera que tiene Evo, dueño y señor además de esa gigantesca barriada paceña llamada El Alto. Ya aquí demostramos que la CGTP es un cascarón vacío, con un montón de federaciones fantasmas en locales donde encontramos fotocopiadoras y negocios menores. Su fuerza relativa se basa en una coalición compuesta por Construcción Civil, el SUTEP y los telefónicos. Los Frentes Regionales son otra historia. Se trata de movimientos levantiscos, basados a menudo en curiosas coaliciones, donde las radios radicales tienen un rol relevante. Hace falta enfrentar de una vez a esos fenómenos desde una perspectiva política. Como lo está haciendo la CTP aprista, que le está erosionando a Huamán su base de Construcción Civil, lo que es positivo en cuanto a que hacía rato que los partidos políticos democráticos debían ponerse a pelear en ese frente político tan abandonado a los comunistas, amén que la lucha contra todo monopolio siempre es buena. Ya Rafael Belaunde lo dijo a comienzos de los 40 Las masas se combaten contra las masas, así que, parafraseándolo, los sindicatos deben combatirse con los sindicatos. - Algo que me ha llamado mucho la atención es la poca fuerza mostrada por esta huelga médica. Antes un paro de éstos en el Minsa ponía a un gobierno al borde del knock out y ahora está pasando casi inadvertido. ¿Hubo un cambio estructural del cual no nos hemos dado cuenta? ¿Han cambiado los patrones de atención? ¿Por los Hospitales de la Solidaridad de Castañeda, por las EPS, por EsSalud, por los seguros privados? ¿O es que Garrido Lecca, cual eficaz bonzo, ha logrado quemarlos junto a él? De todas formas, esos imposibles pedidos de Vargas y la Federación Médica de que les pongan célula viva y los homologuen con EsSalud ha desnudado una huelga absolutamente política.

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